Hace unos meses Xabi Uribe-Etxebarria fichaba al creador de Siri y ahora lo hace con quien fue la mano derecha de Steve Jobs, Joanna Hoffman. Su start up Sherpa.ai está entre las líderes mundiales en inteligencia artificial. Un “desconocido” en nuestro país que asombra al mundo. Le expulsaron del instituto.
Xabi Uribe-Etxebarria (Algorta, Vizcaya, 1981), segundo de tres hermanos, fue expulsado del instituto por no amoldarse a un sistema educativo que le resultaba demasiado rígido. “Siempre me he cuestionado el status quo”, afirma, y esa rebeldía explica en parte su éxito. En la carrera le fue “genial”. Cursó Ingeniería superior industrial, rama electrónica, en la Universidad de Deusto, donde se ventiló dos cursos en el mismo año. Más tarde completó su formación en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) y en Harvard Business School. No esperó a terminar un doctorado en procesamiento de lenguaje natural para montar su primera empresa: Anboto Group, dedicada a la atención al cliente online para otras compañías.
Anboto fue el embrión de Sherpa Assistant, el primer asistente inteligente made in Spain, apodado como “el Siri español”. En su momento compitió con este mayordomo inteligente de Apple, al que luego se sumarían otros como Alexa (Amazon) o Cortana (Microsoft). “Con el tiempo, hemos creado unos algoritmos y una inteligencia artificial que puede resolver problemas a terceros, ya sean empresas de salud –para detección precoz del cáncer de mama, por ejemplo– o de automoción –vehículos autónomos”, añade este directivo de 38 años que tiene en su altar particular a Steve Jobs, el gurú de Apple.
Desde Erandio, Vizcaya, donde está la sede de Sherpa.ai, se desarrolla una de las IA más avanzadas de Europa, especializada en privacidad, recomendaciones y personalización. Su equipo, de unas 50 personas, compite con gigantes como Google, Amazon o Microsoft, y ha fichado a dos estrellas del mundo tecnológico: Tom Gruber (creador de Siri) y Joanna Hoffman (exdirectora de marketing de Apple).

Xabi nos recibe un sábado de febrero. Sonrisa franca y mirada clara, viste jersey negro, vaqueros y deportivas blancas. En su despacho hay trofeos, libros de tecnología, una foto con Obama y objetos diseñados por Dieter Rams.
PREGUNTA. ¿Cómo le explicaría a un niño qué es la Inteligencia Artificial?
RESPUESTA. Es la capacidad de una máquina de imitar el intelecto humano; procesos como razonar, aprender o resolver problemas. A través de ella es posible convertir en realidad ideas y conceptos que con la tecnología convencional no se pueden realizar.
P. Ya está entre nosotros. ¿Ha llegado para quedarse?
R. La gente piensa que la IA está solo en sistemas que hablan o en esta especie de robots futuristas, pero sirve para muchas cosas. Está en muchos sistemas que utilizamos en nuestra vida cotidiana: cualquier búsqueda en Google, el reconocimiento de la huella dactilar, los asistentes digitales, el código QR con el que accedemos al aeropuerto, los aparcamientos inteligentes, las fotos que hacemos con el móvil…
P. ¿Es una especie de cerebro artificial que piensa por mí?
R. Ahora es sinónimo de machine learning (aprendizaje de las máquinas), pero va más allá. Yo no la veo como un sustituto del humano, sino como un complemento. La IA debe ser la herramienta para aumentar las capacidades humanas y para resolver los retos que tiene la Humanidad. En combinación con la neurología, por ejemplo, la IA puede contribuir a la detección precoz del cáncer de mama, el Alzheimer, la esquizofrenia o el autismo.
P. ¿Le asusta que en un futuro haya máquinas que puedan tomar decisiones equivocadas?
R. Me asustan más los humanos que toman decisiones equivocadas a sabiendas de que lo hacen. En este momento se están haciendo avances muy importantes en Inteligencia Artificial que incidirán positivamente en la salud, la educación y en la calidad de vida de las personas. Pero puede utilizarse también con fines que supongan un riesgo para nuestra sociedad. Por ello, el gran neurobiólogo Rafa Yuste y yo estamos juntos en un proyecto que tiene como objetivo regular la IA y la neurotecnología desde un punto de vista ético. No podemos dejarlas exclusivamente en manos de los tecnólogos.
P. ¿Es la Inteligencia Artificial un aliado o un riesgo para la ciberseguridad de las empresas?
R. El uso que le dan los humanos a esta herramienta es lo que determina si es un aliado o un riesgo. Puede ayudar a detectar fallos de seguridad, pero también a detectar ataques o mitigar posibles fallos del sistema como cualquier otra tecnología aplicada a la ciberseguridad. Lo que tengo claro es que será determinante en aportar grandes avances y mejoras para el ser humano y el planeta, ya sea en la detección precoz de enfermedades o en la eficiencia energética.
P. Xabi, ¿de dónde procede su gen emprendedor? ¿Tiene antecedentes familiares relacionados con la ciencia o la tecnología
R. Mi bisabuelo por parte de padre tenía relación con el ingeniero Leonardo Torres Quevedo, el inventor del primer mando a distancia (telekino) y del primer autómata ajedrecista. Mi abuelo llegó a patentar una máquina de ladrillos. Y mi padre, además de ingeniero técnico de minas, es un genio de la lingüística. ¡Se ha inventado una especie de esperanto! Llegó a montar una librería y tiene un negocio de instalaciones industriales de pintura. Justo encima está mi oficina.
P. Así que su start up no nació en un garaje, como Apple o HP
R. No, en Erandio la gente no vive en casas con garaje anexo como en Estados Unidos, sino en pisos. Y hay muchos talleres porque es un pueblo muy industrial.
P. Su empresa empezó desarrollando un asistente digital, Sherpa Assistant. ¿Qué tiene Amaia, su asistente de carne y hueso, que no tenga el “Siri español”
R. Yo no le pido a Amaia que me cuente chistes ni le pregunto el tiempo que va a hacer. Quiero que aprenda de mí y sea capaz de anticiparse a mis necesidades. Esta es la tecnología que estamos creando y la que verdaderamente será útil.
P. Sherpa.ai compite con grandes tecnológicas en el área de IA. ¿Por qué sigue manteniendo la sede principal en Erandio y no en Silicon Valley
R. Hubiera sido más fácil montarla en Silicon Valley, porque allí hay más mercado; de hecho, tenemos una pequeña sucursal en Redwood City (San Francisco), además de las de Granada y Donosti. Pero siempre que el crecimiento de la empresa o la decisión de los inversores no lo impidan, yo prefiero seguir aquí, por responsabilidad con mi tierra.
P. ¿Dónde está su nicho de mercado
R. La clave está en especializarse. Nuestros competidores tienen diferentes secciones dentro de la misma compañía; hacen desde buscadores hasta coches autónomos u ordenadores de sobremesa. Nosotros estamos especializados en Inteligencia Artificial, que será el driver de la economía y, en general, del futuro de este planeta. Y nuestro equipo no tiene que envidiar a los de las grandes tecnológicas. Tenemos un talento brillante.
P. ¿Cuál es su principal cometido como CEO de Sherpa.ai
R. Tengo un conocimiento profundo de la Inteligencia Artificial y de sus aplicaciones, pero no programo ni hago algoritmos. Para eso hay gente mucho mejor que yo. Soy quien tiene la visión general de la empresa, la estrategia a seguir. También me dedico a temas de financiación, a estudiar nuevas líneas de negocio que van a ser el futuro de la IA, a intentar atraer el mejor talento del mundo…
P. Como Tom Gruber, el creador de Siri, al que fichó el año pasado.
R. Sí, la semana pasada estuvo en Bilbao. Él trabaja sobre todo en estrategia de producto y en las necesidades que van a tener las compañías que requieran nuestros servicios. Estuvo casi 10 años en Apple y ha sido la referencia en el mundo de los asistentes digitales. Ficharle supone un hito en credibilidad para Sherpa.ai.
P. ¿Cómo se las arregla para atraer a talentos como Gruber?
R. Tratando de convencerles de que este es un proyecto que va a tener un impacto en el mundo. Con honestidad, sin vender humos, no haciendo overselling, no vendiendo motos; siendo realista desde la honestidad, desde la calidad y desde el potencial que tiene nuestra empresa. Ahí ganamos, porque en el mundo de la Inteligencia Artificial hay mucho cantamañanas.
P. Me acaba de dar el titular.
R. Es que es verdad. Hay muy pocas empresas que estén haciendo tecnología relevante en IA. Nosotros estamos haciendo investigaciones potentes y así nos lo están reconociendo en Estados Unidos, donde valoran más nuestro liderazgo que en España.
P. ¿Le molesta que le reconozcan más fuera que dentro?
R. Al principio me molestaba que ni siquiera nos conocieran en Bilbao. Ahora lo tengo más asumido: hay una parte de envidia pero sobre todo desconocimiento, porque este es un sector muy puntero y novedoso. Aquí enseguida te empiezan a preguntar por la facturación. Ven valor en los átomos, no en el software, los bits, los algoritmos.
P. ¿Alguna vez se ha planteado vender Sherpa.ai para dar el pelotazo?
R. En la evolución de una start up siempre tienes problemas de financiación. Pero si hubiera querido dar el pelotazo ya lo hubiera hecho. Mi objetivo nunca ha sido vender la empresa para hacerme millonario, sino crear algo que haga cambiar al mundo y que haga avanzar a la Humanidad. Eso es lo que me motiva.
P. Creo que está a punto de terminar la carrera de Arquitectura. ¿Es cierto que no se presentó a un examen porque tenía una reunión de negocios con Telefónica?
R. Eso me ha pasado varias veces. En otra ocasión, el examen me coincidió con una reunión que ya tenía programada con el director de Inteligencia Artificial de Apple. No creo que llegue a ejercer la carrera ni me preocupa acabarla (el título es lo de menos), pero sí quería aprender y aplicar los conocimientos de la Arquitectura a otros campos.
P. ¿Es cierto que sigue con el mismo coche desde hace 16 años?
R. (Risas) Mi Ford Focus murió hace dos meses. Ahora mismo no tengo coche, acabo de alquilar uno porque necesitaba moverme. Si llegara a tener un coche en propiedad, que aún no lo tengo claro, me gustaría que fuera eléctrico y lo más autónomo posible.
P. En su muñeca luce un reloj analógico marca Braun de los años 50. ¿No pertenece a la tribu de los geek, esa élite cultural obsesionada con las nuevas tecnologías?
R. Yo soy más bien fan del buen diseño: prefiero un caserío antiguo a una casa minimalista. Me identifico con el wabi sabi de la cultura japonesa, esa visión estética basada en la belleza de la imperfección y del paso del tiempo.
P. La Inteligencia puede facilitarnos la vida, ¿también puede hacernos más felices?
R. En la Declaración de la Independencia de los EEUU, un manifiesto precioso, Thomas Jefferson habló de la búsqueda de la felicidad. A medida que avance la tecnología, la IA podrá ayudarte en esa búsqueda.
P. ¿Cuál es su idea de éxito?
R. En lo personal, vivir feliz, a gusto conmigo mismo, sentir que he hecho las cosas bien. En lo empresarial, hacer algo relevante que sirva a la Humanidad.
P. ¿Se considera una persona feliz?
R. Uhmm… Creo que no. A veces me fustigo demasiado por cosas que he hecho mal, pero poco a poco voy aprendiendo a ser más feliz. Me falta relativizar mucho mis errores. Como dice un amigo, a mí que me juzguen por la media.
Fotos: Luis de las Alas

Bestfarmers.eco
Los productores son el primer eslabón de la cadena alimenta-ria, pero siempre han estado en la sombra. Por eso, XabiUribe-Etxebarria y su amigo Eneko Atxa (chef del restauran-te Azurmendi, con tres estrellas Michelin) se conjuraronpara darles la visibilidad que merecen. Juntos han creadoBestfarmers.eco, una plataforma digital donde agricultores,ganaderos y pescadores mostrarán sus mejores productos, que podránvender online. Un evento anual al estilo de “World’s 50 Best” premiará alos mejores candidatos en diversas categorías, elegidos por prestigiososchefs internacionales. La primera edición se celebrará en Bilbao.