Esa es Norema Salinas, desde que en 1996 abriera el negocio que lleva su nombre. De ascendencia libanesa y brasileña, nació en San Francisco (10 de mayo de 1961) y vive en España desde hace dos décadas, una multiculturalidad que se refleja en los servicios que ofrece a la élite del país. Aficionada a viajar, no puede resistirse a un margarita casero.
Las ciudades que me inspiran son San Francisco, Nueva York y Río de Janeiro. Voy a San Francisco cada año, una ciudad cosmopolita y cool. Me encanta comprar o comer en Whole Foods (www.wholefoodsmarket.com). En Nueva York procuro pasear por su High Line e ir a restaurantes como Mercer Kitchen (www.themercerkitchen.com) o Morimoto (www.morimotonyc.com). Y qué decir de Río, ciudade maravilhosa. Me puedes ver paseando por Santa Teresa o tomando zumo de maracuyá en Polis Sucos (www.polissucosjb.com).
Un viaje que nunca olvidaré fue el que hice hace tres años a Estambul, con la gente más querida de mi vida: unas 20 personas, llegadas de España, California y Brasil. Comimos en restaurantes como Sunset Grill & Bar (www.sunsetgrillbar.com) y 360 Istanbul (www.360istanbul.com) y tomamos kebab en puestos de la calle.
Mi última compra ha sido una caja de madera antigua para el transporte de fruta de Recoupage (www.materialdederribo.com), tienda que usa materiales reciclados para la decoración de restaurantes, boutiques y hasta casas.
Mi estilo personal es casual, pero sofisticado. Por ejemplo, puedo rescatar una falda en terciopelo negro de YSL (www.ysl.com) y combinarla con unos tacones de la misma marca y una camisa de Zara (www.zara.com). Siempre uso pendientes y sortijas. Entre ellas, una amatista diseñada por Gregorio González que me regalaron mis cuñadas, o un topacio azul de Durán (www.duranmadrid.com), regalo de mi marido. El último regalo que me han hecho ha sido un bolsito de la diseñadora brasileña CariAna, de goma y cuero.
Nunca falta en mi maleta un vestido negro, unos tacones, una pashmina y un jersey fino o una chaquetita de Anthropologie (www.anthropologie.eu). Siempre viajo con un libro y, a la vuelta, regreso con otro de cocina.
A la hora de comer lo que más valoro son los alimentos de temporada, la comida no procesada y la relación directa con el productor. Por eso, las frutas y verduras las compro en Yo Compro Sano (www.yocomprosano.es) y, gracias a Nutryfish (www.nutryfish.es), tengo pescado a domicilio. En casa preparamos platos ligeros de lunes a viernes, pero los fines de semana hacemos de todo: desde comida thai a risottos, pasando por costillas a la barbacoa. Y una delicatessen que siempre tengo en mi nevera son los quesos franceses de L’Affineur de Fromage (www.affineurdefromage.com). Suelo tomarlos con tostaditas de brioche o piquitos de Antequera y miel, trufa blanca o membrillo.
Un capricho al que no me puedo resistir es un margarita hecho por mí, un viernes por la noche, con tequila Patrón (www.patrontequila.com), al que añado zumo de lima y Cointreau ( www.cointreau.es). Para acompañar, unos nachos y un buen guacamole. Es un capricho que disfruto en compañía de mi marido.
Mi último descubrimiento gastronómico ha sido Sala de Despiece (www.saladedespiece.com), en Madrid. Fuera de España, me ha sorprendido el nuevo restaurante de Michael Chiarello (michaelchiarello.com) en San Francisco.
El buen gusto consiste en combinar con equilibrio, teniendo en cuenta tu propio estilo y cada situación. Por ejemplo, en la mesa es fundamental mezclar marcas, vajillas y diseños. Para una cena en mi casa puedo utilizar un mantel turco o uno de seda marroquí sobre el que coloco unos manteles individuales de anea comprados en Makro (www.makro.es), jarrones Mason Jars (www.masonjars.com) para el agua y copas de vino de Murano. Nunca faltan una cubertería de plata adquirida en ferias de antigüedades y un centro de mesa, que suelo componer con ramas de olivos de mi jardín.
El evento más logrado de mi carrera fue el que organicé en A-cero In (el showroom del arquitecto Joaquín Torres) para Microsoft y SAP. Tuve que crear un menú basado en cinco tapas modernas, algunos aperitivos y dos postres en miniatura. Trabajamos junto al sumiller y master of wine Shayn Bjornholm para hacer el maridaje con los vinos que él había elegido.