Juan Antonio López Aguilar, ministro y dibujante

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El talante, por el talento de un ministro

Juan Fernando López Aguilar tiene uno de los despachos más activos del Gobierno. A pesar de ser una persona hiperactiva e inquieta, el ministro de Justicia encuentra siempre un hueco para su gran afición: el humorismo gráfico. Estas páginas son una muestra de su talento, expuesto desde que era estudiante en varios periódicos. Hoy, 17 de abril, cuando se cumple un año desde que Zapatero llegó al poder, el ministro defiende con pasión su política, aunque no le importaría acabar trabajando en la revista satírica “El Jueves”.

Por Juan Carlos Rodríguez. Fotografías de Chema Conesa
Somatotonía: dícese de la personalidad especialmente preparada para la acción, según las tipologías de Sheldon. Leyendo un obituario sobre el Papa, uno cae en la cuenta de que Juan Fernando López Aguilar (Las Palmas de Gran Canaria, 1961), talentoso ministro de Justicia sobradísimo de talante, posee la misma disposición para la actividad incesante que distinguía a Juan Pablo II. En efecto, el tópico del aplatanamiento canario se derrumba al conocer a este político hiperactivo y autoexigente de agenda vertiginosa, que confiesa su adicción a los cafés y a las coca colas. Cara amable (y bronceada) de las reformas más polémicas llevadas a cabo por el Gobierno socialista, López Aguilar ha puesto en marcha, en sólo un año, el matrimonio homosexual y el divorcio exprés, colaborando activamente en la Ley contra la violencia doméstica.

El Correcaminos del PSOE, licenciado «extraordinario» en Derecho y Ciencias Políticas y Sociología, catedrático de Derecho Constitucional y diputado, nos cita en su despacho del Ministerio de Justicia, un edificio algo rancio que contrasta con su aire deportivo. Viste traje y corbata, pero enseguida se arremanga con la desenvoltura de un dibujante. Sus dibujos son célebres en la Ejecutiva socialista, y es capaz de hablar por el teléfono móvil a la vez que perfila la caricatura de sus interlocutores. En el transcurso de la entrevista (sus frases acaban enredadas en un bucle), concedida con motivo del primer año de ZP en el poder, dibujará, en un rápido soplo de flequillo, una caricatura de su admirado Felipe González y otra de sí mismo que no le hace justicia. «Enjuto y de mentón prominente», se pinta menos risueño de lo que a primera vista parece.

P. Dicen de usted que es hiperactivo, preparado, negociador, impetuoso, prolijo, locuaz, inquieto, brillante, amable, nervioso, redicho, conversador, deportista, buen orador, leal, atrevido, riguroso, divertido… ¿Se reconoce en este retrato?

R. Me describen como hiperactivo porque tiendo a hacer cosas. Me entrego con pasión a las tareas que desempeño y soy muy autoexigente; sería el adjetivo que echo en falta en la lista, es con el que me siento más identificado. Siempre me ha gustado emplear bien mi tiempo, no conozco mejor manera que vivir la vida apasionadamente.

P. ¿De dónde arranca su afición a dibujar caricaturas?

R. De niño gané muchos concursos de dibujo y pintura, hasta que en la Transición, que coincidió con mi adolescencia, se produjo una explosión de la caricatura política. Esta circunstancia me llevó a ofrecer mis dibujos a La Provincia, un periódico de Las Palmas de Gran Canaria donde acabé publicando casi a diario mientras estudiaba el bachillerato en el instituto Pérez Galdós. Mi primera caricatura fue sobre Pinochet, a 300 pesetas la pieza. A los 17 años, un congreso de humoristas gráficos me condujo hasta Granada, ciudad donde comencé mis estudios de Derecho.

P. Si la caricatura es el hallazgo de aquello que hace único a un ser humano a través de la exageración, ¿qué rasgos le hacen más caricaturizable?

R. Imagino que mi actividad constante me ha mantenido delgado (no paso de los 70 kilos), pero como con apetito y no he fumado jamás. Soy enjuto y de mentón prominente, y estos son rasgos fáciles de dibujar.

P. Steve Brodner, uno de los caricaturistas políticos más ácidos e impactantes de la prensa norteamericana, se hace una opinión del personaje antes de empezar cualquier trazo. ¿En sus dibujos hay también una reflexión previa?

R. Me tengo por buen fisonomista y suelo dibujar casi inconscientemente, de forma mecánica y para intentar concentrarme en alguna otra cosa. He dibujado mucho y en todas las circunstancias: durante un consejo de ministros, en una cena o en una lectura de tesis doctoral. Y acostumbro a regalar las caricaturas y dibujos que hago en vivo y en directo.

P. ¿Un año de talante socialista da para una antología de la caricatura?

R. Este Gobierno ha madurado deprisa y creo que se nota. Está intentando ejercer la templanza frente al ruido y la crispación.

P. Los asesores de imagen de ZP le han rebajado sus angulosas cejas, para fastidio de los dibujantes. ¿Hay razones para recortarle también su desmesurada sonrisa?

R. Yo no he notado que ningún asesor le haya recortado las cejas. Son sus rasgos más circunflejos y merecen conservarse, como la sonrisa. No hay por qué crispar ni llevar la contraria para sostener tu propia razón, como se puso de manifiesto en el debate sobre el Plan Ibarretxe en el Congreso. Escuchar, no perder la compostura e incluso sonreír ante las dificultades es parte de su estilo, su talante, y la gente lo aprecia.

P. El PP ha criticado la «política de fuegos artificiales» del PSOE…

R. Zapatero ha subido el salario mínimo interprofesional, las pensiones mínimas y no contributivas, el presupuesto de investigación… beneficiando a mucha gente y saliendo cien mil veces menos en el telediario que los gobiernos del PP.

P. «Después de ocho años de derechas, hemos tenido un año de derechos». ¿La frase/balance de ZP es una realidad o una mala rima de poeta principiante?

R. La derecha más hiperconservadora ha intentado demonizar el cambio y presentar como delincuente de lesa patria a quien lo propugnaba, cuando este cambio cuenta con el aval de millones de personas. Esa actitud, claramente de derechas, es la que seguramente ha llevado al PP a la derrota.

P. El PSOE presume de haber cumplido 164 promesas electorales en un año, aunque algunas no se han puesto en marcha. Pero, según el PP, es el gobierno con una menor iniciativa legislativa de la Historia.

R. Yo mismo he llevado al Consejo de Ministros una docena de iniciativas legistativas, al igual que mis compañeros. No hemos parado un segundo, a pesar del obstruccionismo ruidoso del Partido Popular.

P. ¿Obstruccionismo?El PP les acusa de querer dar cerrojazo a la comisión de investigación del 11-M…

R. Ha habido comisión de investigación hasta la extenuación y no se ha puesto freno a que compareciesen las más altas personalidades, aunque no tuviesen ninguna responsabilidad política en los atentados. La comisión de investigación parlamentaria no tiene la función, ni la puede tener, de decirnos quién fue. Ello corresponde a los tribunales. Intentar enturbiar hasta el punto de pretender, en un ejercicio de pérdida del sentido común, que el PSOE tiene algo que ocultar, raya en el delirio.

P. En un año ha puesto en marcha el matrimonio homosexual, el divorcio rápido… ¿Es usted el motor de la «revolución social» del PSOE?

R. No. Para empezar, no comparto que el PSOE tenga en agenda una «revolución». Los gobiernos sólo abren el cauce a cambios que la sociedad demanda. Yo estoy participando de este esfuerzo colectivo con modestia y con humildad, pero no pretendo arrogarme ningún protagonismo. Soy consciente de que alguna de estas iniciativas tienen mucha resonancia mediática; de hecho, la ley que regula el matrimonio entre personas del mismo sexo es posible que haga historia. Pero hay otros asuntos de la agenda que me importan mucho, como la extensión de los derechos civiles.

P. Por ejemplo, con el divorcio exprés. El PSOE vendió que sería posible divorciarse en 10 días, aunque usted acabó alargando el plazo a dos meses…

R. Efectivamente, con la implantación de los juicios rápidos de lo civil será posible obtener el divorcio en 10 días, pero eso no quiere decir que se obtenga por ley. De lo que de verdad se trata es de simplificar el procedimiento evitando encadenar dos procesos (primero separación y dos años después el divorcio). La agilización de los procesos acortará los tiempos, pero sobre todo el coste humano que supone el divorcio. En general, en pocos meses se podrá disolver el matrimonio.

P. Su plan de modernización de la Justicia contemplaba 1.000 nuevas plazas de jueces y fiscales; horario de mañana y tarde para atender al ciudadano y puesta en práctica de los juicios rápidos en materia civil… ¿Cómo se está aplicando?

R. Lo estamos cumpliendo. En España hay unos 4.100 jueces y 1.800 fiscales. El presupuesto ha aumentado un 8,6%, lo que permite el incremento de plantilla comprometido: 250 jueces y 135 fiscales nuevos.

P. Pero la lentitud sigue siendo el mal endémico del sistema judicial…

R. Hay que combatirla agilizando los procedimientos; en el ámbito civil, con la implantación de los juicios rápidos, sobre todo en lo que respecta a la reclamación de pequeñas deudas, desahucios y causas de familia; y en el plano penal, haciendo que los sumarios no sean interminables. Estamos convencidos de que la reforma y la racionalización de la Oficina Judicial ayudará a conseguir estos objetivos.

P. Se ha publicado que «trabaja 20 horas diarias». ¿Me recomienda sus vitaminas?

R. Aunque es notorio que tomo café y Coca Cola, seguramente la mejor vitamina es hacer varias cosas en el transcurso del día. Mi agenda está siempre a tope. Tener asuntos pendientes y estar motivado es una buena manera de encarar la vida.

P. ¿Si fuera un dibujo animado sería Correcaminos?

R. No me lo he planteado. Déjeme recordar… Creo que el Correcaminos no sabe exactamente dónde va, produce mucha frustración al Coyote, pero su prisa no parece servir a ningún objetivo… Por el contrario, yo intento saber dónde voy, procuro ir acompañado (en lugar de recorrer a solas cañones y desfiladeros) y no me valgo de ninguna truculencia marca ACME, pues intento hacer mi trabajo con limpieza.

P. ¿Sabe que en Japón hay una palabra, karoshi, para definir la muerte por exceso de trabajo?

R. Mire, viví allí cuatro meses en 1999 disfrutando de una estancia académica que me descubrió un país fascinante. En Japón, la búsqueda de la armonía es casi una religión. Como consecuencia, es el país de más alta esperanza de vida del mundo, pero España va inmediatamente después. Curiosamente, Japón tiene un sistema judicial muy eficiente, pero la clave del éxito no es jurídica, sino cultural. Es un pueblo que históricamente abomina del pleito. Tiene un sistema de prevención del conflicto culturalmente muy arraigado, y es uno de los países con los niveles más altos de cumplimiento voluntario de la ley.

P. ¿Era el típico adolescente que mediaba en una pelea?

R. Lo hice en más de una ocasión, pero también me peleé, como todo el mundo. A pesar de los errores de los que nadie está libre, siempre me ha preocupado el sentido de lo justo.

P. ¿Cómo le afectó perder a sus padres a una edad relativamente temprana?

R. (De repente su voz se torna inaudible). Han pasado más de 20 años, pero imagino que es un dolor que no se supera nunca. Supuso desgarro para los tres hermanos (yo soy el segundón), todos muy seguidos; nos quedamos un poco descolocados en la vida y económicamente en el aire. Fue una etapa de sufrimiento personal. Yo había sido becario con anterioridad y estaba muy motivado en los estudios, pero la incertidumbre de todos respecto al futuro fue tremenda. Estoy orgulloso de haber sido siempre amigo de mis hermanos y de que sigamos unidos.

P. ¿Con la reforma educativa (LOE) los alumnos españoles, a la cola de Europa, acabarán sacándoles los colores a los listillos finlandeses?

R. Esperemos que la LOE contribuya a la mejor formación de los españoles que deben vivir en la sociedad abierta del futuro. Especializando, pero sin perder a nadie en el camino; dando todas las oportunidades de recuperar a quienes tengan dificultades, sin discriminar social y económicamente a nadie; estimulando a los profesores: y sobre todo, escuchando. Cuando se hace política de Estado hay que estar disponible para el cambio, pero también para la rectificación.

P. ¿Cómo piensa enderezar las relaciones con la Iglesia?

R. Pondremos todo de nuestra parte para propiciar una relación positiva, razonable y cooperadora con la Iglesia. Pero como ministro de Justicia no sólo tengo que atender a la Iglesia católica, reconociendo su amplia presencia en la sociedad española. También tengo que escuchar a musulmanes, judíos o protestantes. Sin ningún tipo de discriminaciones ni privilegios.

P. El nuevo presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, con más talante que Rouco, ¿les allanará el camino para pasar del Estado aconfesional al laico?

R. Aceptamos la decisión de la Conferencia Episcopal con respeto. Dicho esto, que nadie se llame a engaño: monseñor Blázquez tiene los mejores deseos del Gobierno de dialogar y cooperar, pero, como representante de la Iglesia, no va a cambiar sus postulados ni su doctrina en lo esencial, como estamos viendo. Por otro lado, no tenemos intención de reformar la Constitución en la definición del Estado como aconfesional.

P. ¿El Gobierno piensa legislar la eutanasia?

R. No; ni está en la agenda. En cambio, sí se actuará sobre la configuración curricular de la religión católica en el sistema educativo, pero eso no puede coger a nadie por sorpresa. Tiene que haber una solución que nos permita convivir a católicos (que quieren que se enseñe Religión en los colegios), y a los no católicos (que ni quieren Religión ni una alternativa forzosa), y seguro que la encontraremos.

P. ¿Qué le pareció la crucifixión televisada de Juan Pablo II?

R. Su pontificado, uno de los más largos de la Historia, ha coincidido en el último tramo del siglo XX con cambios sociales vertiginosos en los que él ha adquirido una presencia planetaria como ningún otro, merced a un uso muy esforzado de los medios de comunicación de masas. Hizo un esfuerzo de ecumenismo muy sincero, lo que le puso al alcance de muchas comunidades que no profesan la religión católica, y debe ser reconocido.

P. En España hay 3.000 «Terri Schiavo» en estado vegetativo. Su cuidado resulta muy gravoso para sus familiares. ¿Es justo que tengan que correr con los gastos?

R. No, no lo es, y esto sí que es una cuestión social y políticamente muy relevante. No puede ser que en España tantas personas, incluidos los que usted llama «Terris», estén abandonados a la solidaridad familiar, que además grava de manera desigual a las mujeres. Establecer una red de servicios sociales que cubra situaciones de dependencia y ayude a bregar a las familias con este drama silencioso que supone tener a una persona enferma o dependiente en casa, es un deber histórico del Gobierno de Zapatero, y lo vamos a asumir.

P. ¿Se casó cumplidos los 40 por sugerencia de ZP?

R. No se enteró. Fue una decisión personal que tomamos en el momento adecuado. Me casé con la mujer a la que quireo, después de una larga convivencia. Es la confirmación de un estado vital previo, fruto de una consolidación de una relación afectiva.

P. ¿Cuando se retire de la política, mandará su currículo a El Jueves?

R. Sigo manteniendo muy buen contacto con algunos de los creadores de esta revista, desde el el viaje que hice a Granada cuando tenía 17 años con motivo de aquel congreso de humoristas gráficos. Ojalá éste fuera uno de los destinos profesionales posibles. Sería una señal de libertad poder optar a ese alto honor si alguna vez la vida me brindase esa oportunidad.

 

Protector de los famosos acosados

¿Cómo se pueden atajar legalmente los excesos de algunos programas del cotilleo respecto a la invasión de la intimidad de algunos famosos? Para López Aguilar este asunto no es nada frívolo: “En la protección de la intimidad de una persona nadie debe ser abandonado a su suerte, aunque sea famoso. Se parte de la presunción de que si alguien, voluntariamente, decide mercantilizar su vida privada y obtiene un beneficio económico por ello, ha perdido el dominio de su privacidad para siempre, irreversiblemente. Y no es así. Pero la respuesta no puede ser sólo legislativa; requiere una reflexión de la que participen también los grandes medios de comunicación de masas”. A lo largo de este año se ha visto “moralmente obligado” a atender a personas que viven permanentemente escandalizadas por el escarnio de esta agresión insufrible a su intimidad. “Algunos de estos testimonios sorprenderían por la notoriedad de los afectados. Escucharlos me ha resultado emocionante y estremecedor. Como ministro no les puedo prometer una ley que les solucione el problema, porque escaparía a mis capacidades, pero sí mi disposición a poner el dedo sobre esa llaga. Esa agresión contra la intimidad es un terror que escarnece; no debemos permanecer impasibles”. “El talante”, asegura, “también consiste en escuchar”.

Estudioso

Nunca aspiró a ser ministro, pero supo labrarse el camino. Alumno excelente del instituto Pérez Galdós de Las Palmas de Gran Canaria, su afición al dibujo le llevó a un congreso de humoristas gráficos en Granada. “Allí conocí a los grandes del humor gráfico, entre ellos a gente de la revista ‘El Jueves’ con los que aún mantengo el contacto”. Con lo que cobraba por las caricaturas del diario ‘La Provincia’ de su ciudad natal pudo viajar de mochilero por toda Europa (tripitió el Interrail), y gracias al premio que recibió por su versión ilustrada de la preautonomía canaria recorrió La India, Nepal y Paquistán. Entre sus aficiones también está la guitarra, que aprendió a tocar escuchando a The Beatles. Brillante en los estudios, es licenciado en Derecho por la Universidad de Granada (Premio Extraordinario y Premio Nacional de Terminación de Estudios), en Ciencias Políticas y Sociología por la Complutente de Madrid y doctor en Derecho por la de Bolonia. Ha sido asesor de los ministros de Justicia Enrique Múgica y Tomás de la Quadra, y Director del Gabinete de Jerónimo Saavedra como ministro de Administraciones Públicas y de Educación. En 2000 fue elegido diputado por Las Palmas, cargo que alterna con el de ministro de Justicia. Sueña con que el sistema judicial español funcione bien, tan bien como el japonés.

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