Presidente de la Fundación que organiza los actos conmemorativos del IV aniversario del fallecimiento de El Greco, el nieto del ilustre médico Gregorio Marañón explica sus detalles. «Se podrán contemplar 180 cuadros en Toledo. Ha sido difícil traerlos y convencer a pinacotecas y coleccionistas de que fueran generosos con sus préstamos». Para dar ejemplo, él ha cedido sus tres grecos, que forman parte del patrimonio de El Cigarral de Toledo.
El tic-tac del reloj suena cada vez más apremiante: mañana, un espectacular concierto de campanas inaugurará oficialmente los actos de la programación del IV Centenario de El Greco. La Catedral Primada encabezará este gozoso repicar al que se sumarán unas 25 iglesias toledanas. «Los fuegos artificiales se lanzarán desde varios puntos de la ciudad y formarán parte de la partitura del concierto», explica con entusiasmo contenido Gregorio Marañón y Bertrán de Lis (Madrid, 25 de octubre de 1942), presidente de la Fundación El Greco 2014.
Gracias a su empuje y determinación, durante los tres últimos años se ha trabajado a contrarreloj para homenajear a Doménikos Theotokópoulus como se merece y, de paso, convertir a Toledo en un irresistible imán cultural y turístico.
El proyecto «no fue una encomienda que me cayera del cielo», asegura el nieto de Gregorio Marañón y Posadillo, el ilustre médico, científico, escritor y pensador español que fue su maestro de vida. «En 2010 yo era todavía presidente de la Real Fundación de Toledo (cargo que ejercí durante más de 20 años) y desde esta institución abordamos a José María Barreda, entonces presidente de Castilla-La Mancha, para advertirle de que había que empezar a organizar el IV Centenario, porque ya era tarde. Fue entonces cuando me pidió que yo asumiera el liderazgo».
Y se puso manos a la obra siguiendo un verso de Juan Ramón Jiménez que ha convertido en su lema: «Alas que arraiguen y raíces que vuelen». Hombre de acción y consenso, el II marqués de Marañón tiene un currículo abrumador. Para empezar a leerlo hay que tomar aire, y si uno consigue terminarlo es probable que acabe hiperventilando. A sus 71 años, ha ocupado o aún ocupa cargos en sectores tan distintos como banca, industria discográfica y farmacéutica o prensa. Empresario con amplia experiencia en el ejercicio de la abogacía, fue director general del Banco Urquijo y presidente de Banif, siendo más tarde consejero de Argentaria y del BBVA.
Responsable. El nieto del ilustre médico posa tras la presentación de la Fundación El Greco 2014, en la sacristía de la Catedral de Toledo en 2010.En la actualidad es presidente de Logista, Roche Farma y Universal Music Spain. Vinculado al grupo Prisa desde sus orígenes, es miembro de su Consejo de Administración y de su Comisión Ejecutiva. Asimismo ocupa una silla en los consejos de Viscofan y Altadis, es presidente del consejo asesor de Spencer Stuart y vocal de los consejos asesores de Vodafone y Aguirre & Newman.
«En el mundo empresarial tengo una cierta transversalidad, y a esto se une una vocación cultural que me lleva a participar en instituciones de primer orden», explica el presidente del Patronato del Teatro Real, del Teatro de la Abadía, de la Real Fábrica de Tapices y, últimamente, de la Fundación El Greco 2014.
Influyente
Con razón le han llamado todólogo, ante la imposibilidad de definir sus múltiples ocupaciones. «Pero yo me considero, en el sentido cívico y filosófico, un liberal que trata de entender bien todas las posiciones, las propias y las contrarias», añade este hábil constructor de puentes, que militó en la oposición democrática al poco de entrar en la Facultad de Derecho y en cuya casa se cerrarían años después las negociaciones para la incorporación de los democristianos y los socialdemócratas a la UCD.
En su fecunda biografía confluyen no solo el liberal obsesionado por la sociedad civil, sino también el emprendedor a la americana, el aristócrata de corte anglosajón, el mecenas a la italiana…
-¿No será un tapado que maneja bajo cuerda los hilos del poder? ¿Es una de las personas más influyentes de España?
-[Se ríe] Por supuesto que no. Ni me gusta el protagonismo ni me escondo. Hay que distinguir poder e influencia. El ejercicio del primero no me ha interesado nunca. La influencia sí, en la medida en que ayuda a desarrollar los proyectos en los que creemos.
-¿Hay algún puesto que haya anhelado y que jamás haya conseguido?
-En el pasado, la embajada ante el Vaticano. El mundo romano, de ayer y de hoy, siempre me ha fascinado. No hace mucho me invitaron, junto a un grupo de 100 personas, a un concierto de Daniel Barenboim y su orquesta de jóvenes palestino-israelíes en el Palacio de Castel Gandolfo. El Papa Benedicto XVI hizo una introducción extraordinaria de la 5ª sinfonía de Beethoven que luego escuchamos. Al término del concierto, Barenboim nos presentó a mi mujer y a mí al Papa y charlamos unos momentos con él. Fue una experiencia inolvidable.
-¿Aceptaría hoy un retiro dorado junto al Papa Francisco?
-En estos momentos tengo una serie de compromisos profesionales e institucionales (los cuales ejerzo desinteresadamente), como la Presidencia del Teatro Real y de la Fundación El Greco 2014, que me absorben por completo. Lo que deseo es recuperar tiempo para mí y los míos. Además, estoy escribiendo un libro sobre la historia de El Cigarral de Menores de Toledo [La emblemática propiedad de su abuelo que fue el paraíso de su niñez y que adquirió en 1978].
Ejemplo. Ha cedido sus tres grecos, que forman parte del patrimonio de El Cigarral de Toledo.Nos recibe en su despacho. En la pared frontal cuelga un vistoso tapiz de Pérez Villalta. Frente a él, una fotografía del Teatro Real realizada por José Manuel Ballester. Sobre la mesa descansa la memoria anual del coliseo que estudia en estos momentos, y amontonados en una esquina del sofá, una pila de recortes y documentación para su libro. Las fotos familiares (es padre de cinco hijos) se mezclan con las del Rey, el Papa, Felipe González o el fallecido Jesús Polanco, fundador de Prisa. Poderoso relicario.
Volviendo al tema que nos ocupa, comenta que el Programa Oficial de El Greco 2014 es «extraordinario: va a constituir un acontecimiento cultural de referencia internacional, haciendo que, de hecho, Toledo ostente la capitalidad cultural». No obstante, y a pesar de contar con un presupuesto de 16 millones de euros el 95% son aportaciones privadas, asegura que el principal obstáculo ha sido «la falta de medios, pues hemos preparado la conmemoración en los peores años de la crisis».
¿Cómo solventaron el problema de la financiación? «Acogiéndonos a la declaración de acontecimiento de excepcional interés público. Es la única y verdadera ventana al mecenazgo privado que hay en España, al ofrecer una desgravación fiscal entre el 40 y el 90%».
-¿Qué es lo que más le fascina de la figura de El Greco?
-Sin duda, su modernidad. Me impresiona que la técnica, la composición y su propia inspiración resulte tan cercana y moderna. Esto explica su extraordinaria influencia en el siglo XX, de Monet a Pollock pasando por Picasso. Sus cuadros son a veces puro impresionismo.
-Curiosamente, hasta ahora no se había realizado exposición alguna sobre El Greco en Toledo.
-Así es. Los grecos que salieron de Toledo y del resto de España a principios del siglo XX nunca habían regresado después de esta diáspora. Por fortuna, en 2014 se podrán contemplar unos 180 cuadros, incluyendo naturalmente los que pertenecen a la ciudad. Va a ser un fenómeno irrepetible, pues supondrá que la mayor parte de la obra del pintor podrá, como en el siglo XVI, contemplarse en el mágico escenario de Toledo.
-¿El supuesto astigmatismo del Greco es una leyenda urbana?
-Es una extravagancia. Y la teoría que sostuvo mi abuelo, según la cual los modelos del pintor eran enfermos mentales del Hospital del Nuncio, está hoy completamente descartada. El Greco se comprende como un pintor de su época, con su formación italiana, con su origen bizantino-cretense… Su obra es coherente con el manierismo de sus contemporáneos. Pero su modernidad le hace trascender por encima de tres siglos de olvido, para convertirse en el pintor más influyente del siglo XX.
Hecho histórico
Según el presidente de El Greco 2014, atraer figuras de renombre a su proyecto no ha sido complicado. «Lo difícil ha sido traer los cuadros. Para empezar, había que persuadir a los principales museos del mundo de que en 2014 no festejaran a El Greco. Y además hubo que convencer a muchas pinacotecas y coleccionistas privados para que fueran excepcionalmente generosos con sus préstamos», afirma. El Metropolitan de Nueva York, por ejemplo, ha cedido casi toda su colección, aunque exigió que vinieran en dos aviones.
Por su parte, un extranjero que ha pedido anonimato, ha prestado dos cuadros excepcionales; auténticas joyas nunca antes expuestas. «Tras acceder al préstamo nos envió 30.000 euros para gastos de la exposición. Y encima nos ofreció su avión particular para el transporte de las obras. Me quedo con estas alegrías, pero si escarbamos también hay anécdotas del signo contrario, como una Fundación que nos quiso cobrar por prestarnos sus cuadros. Decidimos renunciar a ellos».
Predicando con el ejemplo, él ha cedido «tres espléndidas cabezas de ángeles» que forman parte del patrimonio de El Cigarral, el lugar donde su abuelo le enseñó que la bondad es superior a la inteligencia.
En su ánimo está «que este acontecimiento trascienda; que no sean unos efímeros fuegos artificiales que todo el mundo disfruta, sino que sirva además para incorporar un valor icónico a la ciudad de Toledo. En este momento sólo un 2% de los que visitan la ciudad tienen interés o vienen buscando a El Greco. Después de 2014, dicho porcentaje será muy superior», concluye convencido Gregorio Marañón. Ya se oye el repicar de las campanas…