El lado masculino de Malena Costa

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La top model mallorquina se presta al juego de la ambigüedad y posa con las camisas de hombre que veremos esta temporada.

Por Juan Carlos Rodríguez. Fotografías de Luis Barta. Estilismo de Iria Ballesta. Producción de Sandra Fernández

Vestir a una modelo con ropa de hombre es una tarea arriesgada. No sirve cualquiera. Si la maniquí no es la adecuada, la prenda masculina puede restarle feminidad. Por eso, la elección de la modelo mallorquina Malena Costa Sjögren (Puerto de Alcudia, 31 de agosto de1989) para presentar esta selección de camisas estuvo clara desde el principio.

Su innegable sex appeal, lejos de difuminarse debajo de un atuendo varonil, sale reforzado en este juego de alteración. Del mismo modo, las camisas masculinas parecen más deseables sobre el cuerpo de Malena, quien por cierto sale desnuda sobre un sofá en el calendario artístico Nude, «para recibir de la forma más sensual el 2014». O, apenas vestida con eyeliner retro en los párpados, si se prefiere.

Profesional y entusiasta con cada trabajo que aborda, ella fue la primera en disfrutar el provocativo shooting camisero: «Interpretar un estilo marcadamente masculino tiene un rollo muy sensual. Me han gustado todas las camisas que me he probado, pero si tuviera que elegir una me quedaría con la de Tom Ford, con gemelos y pajarita de esmoquin. No me importaría lucirla en mi próxima fiesta, y seguro que a mi chico también le sentaría perfecta», asegura esta joven de 24 años, que empezó en el mundo de la moda tras quedar finalista en el certamen Elite Model Look 2005 y se dio a conocer en el concurso Supermodelo 2006 (Cuatro).

Su chico se llama Mario Suárez y es futbolista del Atlético de Madrid. Salen juntos desde hace dos años. Antes fue pareja de Carles Puyol, el defensa del FC Barcelona, y del empresario Javier Hildalgo, exdirector general del grupo turístico Globalia y propietario de la agencia de modelos View Management, a la que ella pertenece.

Sin duda, estas relaciones sentimentales han colocado a la mallorquina en la palestra de la prensa rosa. Ella lleva con naturalidad ser carne de photocall; responde con dulzura a preguntas indiscretas y no tiene aspavientos de famosilla.

Viéndola tan sexy en patrones de hombre, sospechábamos que miss Costa es de las que sustraen alguna prenda a sus novios. Confirmado: «A Mario le cogía prestada su camiseta de baloncesto de los Miami Heats, para usarla de camisón. Y siempre me suelo probar sus sudaderas y jerséis, porque la ropa holgada me resulta mucho más cómoda». ¿Y la camiseta rojiblanca con el dorsal número 4? «[Risas] ¡Esa me la he puesto en todas las finales para darle suerte!».

Cuando se le pregunta qué lema estamparía en su camiseta favorita, no ofrece uno, sino tres: «Uno, ‘Ser feliz no es una emoción permanente, sino un estilo de vida’. Dos, ‘El éxito consiste en confiar en ti, no depender de nadie y tener en mente que nada es imposible’. Y, tres, ‘Ningún soñador es pequeño y ningún sueño es demasiado grande’». Son lemas propios de una mujer en edad de soñar.

Malena empezó en la moda «por diversión». Con 11 años desfiló para una tienda de ropa de su ciudad; con 13 quedó finalista en el certamen Elite Model Look y a los 16 participó en el concurso de televisión Supermodelo, quedando en un honroso sexto puesto. «Desde mis principios tuve claro que esto era lo mío», afirma quien de niña quería ser veterinaria. De padre mallorquín y madre sueca, tanto ella como su hermana mayor echaban una mano en el restaurante familiar, ya cerrado. «Ellos siempre me decían que no me pusiera barreras, porque aparecerían por el camino y ya me encargaría yo de superarlas. Y así ha sido».

Describe su corta carrera como una escalera: «Cada día, con trabajo y esfuerzo, he ido subiendo un escalón, sin casi darme cuenta de las metas que voy consiguiendo». Con una imagen fresca, sexy y juvenil, desde Supermodelo ha ido encadenando trabajos de publicidad, pasarela y portadas de revistas: Calendario Larios, desfile de Women’s Secret, pasarelas de Cibeles, 080 Barcelona Fashion y Gaudí Novias, campaña Ponte en su piel, contra el abandono de animales…

Solicitadísima como imagen de distintas firmas, anuncia relojes (Miss Sixty), zapatos (Refresh), champús (Herbal Essences), y hasta enseña cómo adelgazar con el Zumba Fitness. Modelo con curvas, no sigue ninguna dieta. «Me relamo con unos macarrones al horno, unos escaldums o las albóndigas suecas de mi madre». De todo ello da cuenta en sus redes sociales, sobre todo a través de su cuenta de Twitter (@malenacosta7), con más de 162.000 followers, y en su blog de la revista Glamour, donde da consejos sobre moda, belleza y tendencias.

Le pregunto qué le falta para ser un ángel de Victoria’s Secret, uno de sus sueños. «Lo primero, presentarme al casting, porque las ganas están», contesta entre risas. «Más que un sueño, este desfile es una motivación, y con el tiempo todo acaba llegando», aventura.

 

Lo que viene

SIMON CARTER. Con estampado safari. C.P.V. www.simoncarter.net

 

El optimismo y el color se hacen fuertes en las propuestas de camisería para esta primavera. La sobriedad queda desterrada del armario masculino y la camisa se apunta a las tendencias generales de las pasarelas internacionales. Los estampados van a jugar un papel protagonista, predominando los micromotivos, que dan un toque de originalidad sin estridencias. Los colores más influyentes son los azules y verdes, así como los tonos denim.

En tema de rayas, serán las horizontales las que tengan una mayor ascendencia, a juego con la de los trajes más personalísimos presentados en París. Los cuadros tipo tartán o leñador seguirán siendo una apuesta segura, aunque el cuadro vichy será la opción más novedosa. Las camisas de inspiración militar y de explorador se reinventan adoptando actitudes más formales pero sin abandonar los patrones preestablecidos, donde no faltan los dobles bolsillos o los epaulettes en los hombros, así como los estampados que pueden llevarnos a los tejidos de camuflaje.

Las pecheras serán el guiño original para todos aquellos que gusten de un toque personal. Muchas firmas, como Burberry Prorsum, rescatan las pecheras tableadas más propias de las camisas de esmoquin y las adaptan al sportwear, así como juegan con la tapeta (la tira en la pechera que lleva los ojales) para la que usan distintos colores o materiales que crean la ilusión de un fino corbatín. Por su parte, las camisas blancas cobran especial relevancia, ya no por ser el comodín en cualquier fondo de armario, sino porque ese color es una de las tendencias más llamativas. Ha cristalizado en las propuestas de Dolce & Gabbana, Jil Sander o Berlurti, con unos estilismos que juegan a combinar el blanco del traje sobre el blanco de la camisa, como en los cuadros del suprematista Malievich. Por Agustín Velasco.

Agradecimientos. Maquillaje: Helena Liébanas para Maybelline NY. Peluquería: Gema Uceda para Fructis Style de Garnier. Direcciones. Stephen F. para Gallery Madrid: 91 576 79 31. Emidio Tucci. John Lobb: Tel.: 91 781 62 52. Kiton: www.kiton.it Cruciani: www.cruciani.net

Fotografías de Luis Barta. Estilismo de Iria Ballesta. Producción de Sandra Fernández

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