El gran maestro de ceremonias

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Alberto Díez diseña experiencias que el dinero no siempre puede comprar. Su último éxito, un acuerdo con la familia de Alba para organizar fiestas exclusivas en el madrileño Palacio de Liria.

Fundador y presidente de AD Group (empresa especializada en la organización de eventos para grandes empresas), Alberto Díez (Hospitalet de Llobregat, 25 de mayo de 1978) nunca olvidará el día que se reunió con Ferran Adrià para hacerle una propuesta que no podría rechazar. Fue unos meses antes de que el cocinero anunciara el cierre de elBulli. «Después de siete horas de conversación, salí con una nueva línea de negocio y lágrimas de emoción», recuerda este joven pero curtido empresario que, a sus 33 años, tiene una de las agendas más importantes de España. No en vano, su cartera de clientes incluye a la mayoría de los presidentes de las compañías del Ibex 35 y el Fortune 500. «Gestionamos sus proyectos de relaciones públicas, así como eventos y viajes de incentivos nunca antes realizados. Trabajamos como una sastrería de Savile Row, sólo que nuestros trajes son experiencias pioneras», aclara.

De aquel memorable encuentro surgió The Ferran Adrià Historical Experience, proyecto por el que destacadas compañías cerraron elBulli en exclusiva para 50 selectos invitados: artistas de Hollywood, miembros de casas reales y grandes fortunas internacionales; contribuyendo así a financiar elBullifoundation. «Pusimos a disposición de nuestros clientes una de las mejores plataformas para las relaciones públicas del mundo. Hubo incluso quien comparó esta experiencia con haber conocido a Van Gogh o a Mozart, en su época, o a haber estado en The Factory con Warhol», comenta satisfecho el catalán.

El fundador y presidente de AD Group, empresa especializada en la organización de eventos para grandes empresas.El fundador y presidente de AD Group, empresa especializada en la organización de eventos para grandes empresas.

Su colaboración con Ferran le ha enseñado que «querer es poder; lo demás son excusas», enfatiza este ex jugador de baloncesto del Juventud de Badalona, un tipo apasionado con sentido del humor y físicamente impresionante (mide 2,04 cm) que, en consonancia con su rotunda figura, acostumbra a pensar a lo grande. Entre otras hazañas, ha creado espacios para eventos dentro de las pirámides de Egipto, la Capilla Sixtina o el templo Angkor Wat (Camboya). Si se lo piden, puede conseguir un palco en la final de la Champions League (el pack incluye viajar con los jugadores, acompañarlos en el túnel de vestuarios y en la fiesta de celebración), organizar un concierto privado de U2 para 200 personas o un torneo de golf sobre nieve en Gstaad (Suiza). El último éxito tiene bastante que ver con la actual situación económica: la familia de Alba ha firmado una cuerdo con su empresa por el que los salones privados del Palacio de Liria se alquilarán para organizar fiestas y eventos exclusivos. ¿A qué precio? «Nuestro cerebro no procesa la palabra coste», esquiva la pregunta. «Sólo nos interesa el retorno tangible de la inversión de nuestros clientes».

CARRERA. Hijo de catedrático de Filosofía e historiadora, Díez aterrizó en el competitivo mundo de los eventos por una jugada del destino. Perteneciente a la generación de Pau Gasol y Jorge Carbajosa, empezó de forma autodidacta a los 23 años, cuando se vio obligado a abandonar su carrera de pívot tras una serie de graves lesiones deportivas. «En esa travesía por el desierto, se me ocurrió montar una cata de vinos de la bodega de un amigo de La Rioja a la que acudieron deportistas famosos de la época. A ese evento le siguieron otros y, poco a poco, empecé a descubrir una nueva y apasionante vocación», relata. Aquellas lesiones, dice, le dotaron de determinación y perseverancia. Diez años más tarde, convertido en un exitoso empresario, suscribe las palabras del doctor brasileño Lair Ribeiro: «La vida no se mide por el número de veces que respiras, sino por los momentos en los que pierdes el aliento».

AD Group, con sede central en Barcelona, inició su andadura en 2000 con un capital inicial de 3.000 €. En la actualidad cuenta con oficinas en Madrid, Hong Kong, Singapur y Tokio. A pesar de la crisis económica, el resultado bruto de explotación (Ebitda) de la compañía rondará los 8,5 millones de euros a finales de 2011, y se estima que la cifra se incremente hasta 16,2 millones en 2014 gracias a un plan estratégico basado en países emergentes. «Hasta el momento, hemos realizado unos 500 acontecimientos inéditos que el dinero no puede comprar», presume el directivo con una botella de Dom Pérignon en la mano y sin quitar ojo a las tapas asiáticas que le acaban de servir en el restaurante barcelonés Dos Palillos, uno de sus rincones favoritos.

Amante de la gastronomía, la mayoría de sus productos están vinculados a la alta cocina. Del mismo modo que Ferran Adrià cerraba seis meses elBulli para viajar por el mundo y explorar nuevas ideas que luego aplicaba a su imaginativa cocina, Alberto Díez dedica medio año a recorrer los cinco continentes en busca de «activos de márketing infravalorados». Los viajes y la investigación forman parte del ADN de este obsesivo explorador del lujo inédito. «Mis prospecciones, realizadas tras un arduo y minucioso trabajo de documentación, son siempre sensoriales, en directo y en primera persona. Cuando estoy ante un hallazgo, mi misión es comunicar la oportunidad a nuestra reducida cartera de clientes», explica recién llegado de una provechosa gira de dos meses por Asia.

Así, tras pasar por Ginza (Tokio) y tener el privilegio de comer en Mibu (una sola mesa de ocho plazas, «la más exclusiva, aspiracional y espiritual del planeta»), acabó cerrando un acuerdo exclusivo con los propietarios para trasladar esta «obra de arte culinaria» a varias ciudades del mundo. En esa línea, su prospección por India le inspiró el producto The Maharajá Historical Experience, que ya figura en su tentador catálogo: «Los clientes son recibidos por un maharajá del norte de India y trasladados en elefantes engalanados al estilo rajastaní hasta su impresionante palacio privado, nunca antes abierto, donde se les agasaja con espectáculos y rica gastronomía hindú».

ELIJA UN PLAN INOLVIDABLE PARA 2012. 1. ARISTOCRATIC VENUES. Durante cuatro días en París, los clientes accederán a castillos cerrados hasta la fecha de las principales familias francesas, exclusivas cavas de champán o casas particulares de famosos diseñadores. Incluye degustar menús de ‘chefs triestrellados’. En la imagen, el Château Lafite Rothschild.

EN EL CIRCUITO. A veces, el encargo consiste en reinventar un destino. Por ejemplo, cuando una firma acudió a AD Group para que les reinterpretara los 18 grandes premios de Fórmula 1 en los países donde se celebraban, desde Abu Dhabi a Australia. «Querían impactar a sus mejores clientes, pues acudían cada año a las carreras y se sentían profundamente aburridos de hacer siempre lo mismo». Para el Gran Premio de Japón, los invitados acudieron a la lonja de Tokio de la mano del mejor cocinero de sushi del país. Tras la degustación de la comida, hicieron una visita privada al Ryogoku Kokugikan, el estadio de los campeones de sumo, y asistieron a un combate con el campeón actual. También hicieron un crucero en barco samurái, cenaron en el castillo de Nagoya y pernoctaron en inaccesibles ryokanes sólo reservados a jefes de Estado.

¿Qué busca un cliente al contratar un acontecimiento que no puede comprarse con dinero? ¿Seducir? ¿Agradecer? «Tanto si es nuevo como veterano, lo que busca es el retorno de su inversión; un retorno tangible, medible, acreditable… y, a poder ser, patrimonial», asegura el empresario catalán. «Para llegar a esa meta, hay que atravesar un campo de batalla: las emociones. El trofeo no es más que la conquista de éstas, convencer y conmover siendo rentables».

Según algunos clientes consultados, el fundador de AD Group logra la cuadratura del círculo. «Para diseñar y desarrollar los proyectos, Alberto dispone de una creatividad sólo comparable a la de los grandes maestros y de un compromiso por la excelencia por el que no dosifica nunca su esfuerzo», señala Francesc Fajula, director general de la Fundación Banesto. «Es un profesional afable y cercano en el trato que se toma muy en serio su trabajo de diseñar, organizar e implementar eventos exclusivos, implicándose personalmente para que cada detalle esté minuciosamente cuidado», opina, por su parte, Frank Davidson, vicepresidente senior de NetJets Europe, compañía líder en aviación privada que transporta a muchos de los clientes del empresario catalán.

La botella de Dom Pérignon está casi vacía y nuestro protagonista apura su última golosina japo en el Dos Palillos. Sin ánimo de que se atragante, rematamos con una pregunta incómoda: ¿Es ético que una empresa se encargue de llevar a cabo fastuosos eventos para sus clientes en tiempos de crisis y recortes presupuestarios? «Estoy absolutamente en contra de ese tipo de eventos; eso es de otra época, una que no volverá. No obstante, las empresas tenemos que seguir vendiendo y, para ello, hemos de fidelizar a los clientes actuales y captar otros nuevos. Es ahí donde la gestión estratégica de eventos de AD ofrece herramientas que garantizan el retorno de la inversión, ya sea en acciones promocionales, de relaciones públicas o de fidelización», concluye.

Más info: www.group-ad.com

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