Amorim Luxury, el lujo tranquilo

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La empresaria recibe una mañana de octubre en su casa de Carvalhal, una freguesía de Grândola situada a 9 kilóme tros de Comporta pueblo.

Presidenta y mayor accionista de la petrolera Galp, accionista de Corticeira Amorim, lidera el grupo Amorim Luxury (el mayor grupo portugués de estilo de vida, que incluye la exitosa cadena de restaurantes JNcQUOI) y acaba de lanzar su propia marca de moda: Paula, basada en la tradición artesana de su país. A sus 52 años, Paula Amorim, una mujer discreta, trabajadora y amante de la belleza, está considerada la persona más poderosa de Portugal.

Lleva sobre su cabeza una corona invisible valorada en unos 4.300 millones de euros. Es la fortuna familiar que, según la revista Forbes, la empresaria Paula Amorim (Oporto, 20 de enero de 1971) heredó en 2017 tras la muerte de su padre, Américo Amorim, el hombre más rico de Portugal y uno de los 500 más acaudalados del mundo hasta la fecha. Conocido como “el rey del corcho”, su imperio nació de este versátil material, extraído de la corteza del alcornoque. Gracias a su visión para los negocios, convirtió Corticeira Amorim, la empresa familiar fundada en 1870, en la mayor transformadora de corcho del mundo, con aplicaciones que van más allá de los tapones de botellas, llegando a naves espaciales, trenes de alta velocidad e incluso los suelos de la Sagrada Familia de Barcelona.

En los años 80, fiel a su lema “Ni un solo cliente, ni un solo producto, ni un solo mercado”, el audaz empresario de Mozelos diversificó su actividad, expandiéndose hacia sectores como la banca, la inmobiliaria, el turismo y la energía, convirtiéndose en el mayor accionista de la petrolera portuguesa Galp Energía. Su legado quedó repartido entre su esposa, María Fernanda Oliveira Ramos, y sus tres hijas: Paula, Marta y Luísa. La mayor, Paula, cuarta generación de la familia, dejó pronto sus estudios en la Escola Superior de Atividades Imobiliárias (ESAI) para incorporarse al Grupo Amorim a los 19 años en el área inmobiliaria. No pasó por la universidad, pero tuvo el mejor máster posible: ser el brazo derecho de su padre y aprender directamente de él.

En 2005 decidió emprender por su cuenta. A pesar de las reticencias de su progenitor, solicitó un cuantioso crédito para adquirir Fashion Clinic, una tienda multimarca de moda. La operación fue un éxito y supuso el germen de Amorim Luxury, la división de lujo del grupo, que posteriormente adquirió la franquicia Gucci y el 25% de Tom Ford International, donde Paula ejerció como administradora durante 15 años, hasta vender su participación a Estée Lauder por 270 millones de euros.

En 2020 cedió la dirección del grupo familiar a su hermana Marta, siguiendo un sistema de rotación dentro del holding, aunque sigue liderando otros negocios. También es la nueva gran dama de Comporta, el último paraíso virgen de Europa. En 2019, apostando por el mercado del lujo, adquirió los principales activos turístico-inmobiliarios del Fondo Herdade de Comporta, unas 162 hectáreas enclavadas en la región del Alto Alentejo, dentro de la Reserva Natural del Sado y a solo una hora y media de Lisboa. Herdade de Comporta es la mayor finca privada de Portugal, con 15.000 hectáreas repartidas entre siete pueblos, 60 kilómetros de playas de aguas cristalinas, campos de arroz y un paisaje de dunas y pinares, salpicado de pintorescas cabañas de pescadores rehabilitadas como casas de diseño.

Desde los años 70, la finca perteneció a la familia de banqueros Espírito Santo, quienes la abrieron tímidamente al turismo, convirtiéndola en un refugio hippy-chic para la jet-set europea. Por allí han pasado figuras como Carolina de Mónaco, el diseñador de zapatos Christian Louboutin o la empresaria Cristina Valls Taberner. Sin embargo, tras la quiebra del Banco Espírito Santo en 2014, su ambicioso proyecto de turismo sostenible quedó en el aire. Ahora, con Paula Amorim y su grupo empresarial al frente, la iniciativa cobra un nuevo impulso. En esta aventura la acompaña su marido, Miguel Guedes de Sousa, exhotelero y actual presidente de Amorim Luxury.

El gran proyecto que encabezan en la zona es JNcQUOI Comporta, una exclusiva comunidad privada que contará con un hotel de lujo con 34 pabellones, 64 villas, un beach club, siete restaurantes, un gimnasio-spa y un club de tenis, además de espacios recreativos comunes. Diseñado por el prestigioso arquitecto belga Vicent Van Duysen, el complejo está dirigido a “personas que aprecian el lujo relajado que ofrece Comporta” y se integrará perfectamente en la naturaleza.

Paula Amorim nos recibe una mañana de octubre en su casa de Carvalhal, una freguesía de Grândola situada a nueve kilómetros de Comporta. Su hogar, de estilo shabby chic, combina sencillez y refinamiento sin ostentaciones. Lejos de parecer una ejecutiva distante, nos saluda con cercanía en un cálido portuñol. Aunque su agenda es apretada, ha reservado el día entero para la sesión, que se prolongará de 11 de la mañana a 8 de la tarde. A lo largo de la jornada, su actitud se mantiene firme, sin mostrar ni un atisbo de cansancio o impaciencia.

PREGUNTA. La han presentado como “la mujer más poderosa del mundo empresarial portugués”. ¿Cómo lo encaja?

RESPUESTA. No pienso en eso. Está claro que soy la presidenta de una gran empresa (Galp), pero el llamado “gran poder” también conlleva una gran responsabilidad. Fui instruida para seguir liderando y desarrollando el legado familiar. Vivimos en un mundo dinámico y complejo, con desafíos como la pandemia, la guerra de Ucrania o el reciente conflicto en Oriente Medio, y debo estar atenta a las oportunidades para tomar las mejores decisiones.

A sus 53 años, Amorim sigue ampliando su imperio. En 2018, junto a su marido, fundó JNcQUOI Avenida, un innovador concepto gastronómico que fusiona restauración y moda en pleno centro de Lisboa. La alianza, que ocupa tres pisos del Teatro Tívoli, incluye restaurantes, tiendas de lujo y un club privado para socios selectos. “Queríamos ofrecer un espacio donde la gente no solo comiera o comprara, sino que viviera una experiencia integral”, explica Guedes de Sousa, quien destaca la visión estratégica y el carácter reservado de su esposa.

Además, Amorim ha apostado por recuperar la artesanía portuguesa con su propia firma de moda, Paula Amorim, donde el diseñador Ricardo Preto ejerce como director creativo. La marca fue presentada recientemente en Madrid, en el espacio Phicocalist.

P. ¿No es arriesgado bautizar una marca con su nombre?

R. ¿Ser emprendedor siempre es un riesgo! En Europa, y en particular en Portugal, cada vez es más difícil. Ser empresario es un acto heroico, con una carga fiscal desmesurada y una burocracia que frena la iniciativa privada. Parece que obtener beneficios es pecado.

Su marido, mientras la observa desde la terraza fumando un habano, la describe como “una mujer sencilla y con una increíble visión a largo plazo”. Se conocieron hace 18 años en Monte Peral, la heredad de los Amorim, cuando Miguel trabajaba para Aman Hotels. “Nos presentaron y enseguida conectamos”, recuerda entre risas. “El único inconveniente era que ambos estábamos casados”. Paula, madre de dos hijos de su primer matrimonio, tuvo a su tercer hijo, Manuel Américo, a los 49 años mediante gestación subrogada en EE.UU. “Ha sido una bendición”, confiesa.

Antes de despedirse, Paula Amorim resume su filosofía empresarial en pocas palabras: “Ser empresaria no es solo un trabajo, es un modo de vida. No me imagino sin trabajar”. Y con esa convicción, sigue consolidando su imperio.

Fotos: Javier Salas

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