CREDENCIALES. Embajador mundial de Guinness, el irlandés Ferral Murray (Cork, 15 de marzo de 1962) lleva los últimos 25 años ejerciendo como maestro cervecero de la compañía. “Mi trabajo consiste en viajar por todo el mundo para difundir la historia, los valores y el proceso de elaboración de nuestra cerveza”, explica. Con el título de Ciencias Aplicadas en el Trinity College de Dublín, en 1983 empezó a curtirse en el oficio bajo la tutela de los maestros cerveceros de St. James’s Gate Brewery. Luego trabajó en varias fábricas de la compañía en todo el mundo, como las de Nigeria y EEUU. Tiene dos hijos.
CARGO DE CONCIENCIA. Lo que más me pesa es no haber sido capaz de dar lo mejor de mí en todas las ocasiones. Me parece importante esforzarse siempre al máximo y no conformarse.
DEJA PARA MAÑANA. No me siento orgulloso de ello, pero confieso que suelo retrasar al máximo algunas tareas, como ocuparme del jardín o planchar.
LIBRO DE CABECERA. La autobiografía de Keith Richards, Life (editorial Península).
ACIERTO EN LA VIDA. Mis dos hijos. Verlos crecer y compartir mi tiempo con ellos es lo que más valoro y disfruto.
AFICIONES DEPORTIVAS. El tenis, el golf y el footing. Me encanta practicar deporte al aire libre, sentirme en forma y llevar una vida sana. Hace poco me atreví incluso con el yoga para trabajar también mi fuerza interior y ejercitar esos viejos músculos que apenas muevo normalmente.
RITUAL DE TRABAJO. Cada día voy dispuesto a dar el 100%, para que nuestro proyecto sea un éxito. Lo primero que hago es coordinarme con los equipos de estrategia global para analizar los proyectos en marcha y concretar los detalles de aquellos que están por venir. También intento acudir a la fábrica para catar la cerveza.
FIN DE SEMANA. Además de hacer planes con los niños, me gusta jugar al fútbol y, si queda algo de tiempo, disfrutar de una buena pinta en compañía de mis amigos. También me encanta cocinar. De hecho, organizo barbacoas durante todo el año.
OBJETO DECORATIVO. Un pisapapeles con la forma de una persona que alza el mundo entre sus manos. Además del valor simbólico que tiene, es un objeto al que tengo especial cariño porque me lo regaló un gran amigo hace ya bastante tiempo.
POSESIÓN DE REFERENCIA. El diario personal de mi madre. De vez en cuando, lo hojeo y, al leerlo, la recuerdo, repaso su vida y cómo fue capaz de mostrarme cuál era el camino correcto. Es algo extremadamente valioso para mí.
REFRÁN. Mi dicho de cabecera es: “ Puedo resistir cualquier cosa, excepto la tentación”.
ÚLTIMA COMIDA. Un delicioso filete en una barbacoa… Soy amante confeso de la buena carne, especialmente de la que sirven en los famosos Steak Houses de Estados Unidos.
EN LA NEVERA. Cerveza, ¡por supuesto! Forma parte de la cultura y del día a día de Irlanda. Las mejores reuniones son siempre alrededor de una buena pinta, y es indispensable tener provisiones.
PARQUE FAVORITO. Sin duda, Central Park de Nueva York. Es un lugar precioso, además del rincón perfecto para perderse dentro de la gran ciudad y pasear mientras se observa cómo gira el mundo bullicioso a nuestro alrededor.
ARTE. Me gustan mucho los retratos del irlandés James Brohan y las obras de pescadores de Liam O’ Neill. Me encanta poner color a mi vida, y los cuadros me ayudan a hacerlo.
QUÉ CONDUCE. Un Mercedes Benz E Class Estate, que tiene un motor potente y seguro para viajar en familia. Es muy espacioso.
SUEÑO REPETIDO. He soñado varias veces que escalo una gran montaña, y al llegar a su cima me tumbo bajo las estrellas mirando al cielo…. También que observo una aurora boreal. Es una visión mágica.
UNA HABITACIÓN. Paso mucho tiempo en la cocina, probando nuevas recetas e ideas. Me divierte cocinar con mi familia, y los invitados son siempre bien recibidos.
SOBRE SU MESILLA. Siempre tengo una lámpara y, por supuesto, el despertador.
EXPERIENCIA ‘PREMIUM’. Con lo que más disfruto es saboreando una deliciosa pinta de cerveza. Porque ésta siempre viene de la mano de cosas buenas: celebraciones, reencuentros, charlas en buena compañía… Todo lo que la rodea implica alegría. Y eso es lo más premium que uno puede pedirle a la vida: sabor y felicidad.
MÚSICA. Mi gusto es muy ecléctico: disfruto tanto del rock como de la ópera, desde lo más clásico hasta los últimos éxitos contemporáneos. En general, la música me sube los ánimos y me hace feliz.
FORMA DE VESTIR. Suelo llevar vaqueros, chaqueta negra o gris y camisas blancas o moradas… Ese es mi look característico cuando participo en programas de televisión o en eventos a los que me invitan para hacer una demostración en directo de cómo se sirve la pinta perfecta. En cuanto a marcas, me gustan Paul Smith y Hugo Boss. Me encanta la ropa de calidad.
EXPERIENCIA QUE REPETIRÍA. Desde luego, volvería a ser brewmaster (maestro cervecero) de Guinness. Si tuviera que imaginar una vida alternativa, sería incapaz de imaginarme siendo otra cosa. Soy lo más feliz que puedo ser, desde luego soy muy afortunado.
ÁRBOL PREFERIDO. Un gran abeto. Adoro el olor de los pinos, su textura majestuosa y su presencia, impresionante, en los bosques durante mis largos paseos en primavera.
EN EL BOLSILLO. Llevo conmigo una foto de mis hijos.
UN CONSEJO: “ Pide perdón, no permiso”. Es mejor arrepentirse de algo que se ha hecho que nunca llegar a hacerlo por miedo. Así no le queda a uno la duda del “¿Y si?”.
FILOSOFÍA. Los valores que rigen mi vida y mis conductas son la confianza y la lealtad. Mi máxima es vivir la vida al máximo, exprimir cada momento y experiencia. Además, pase lo que pase, intento afrontarlo de forma positiva.
HÉROES. Los jugadores del equipo de rugby de Irlanda. Verles jugar rodeado de mis amigos en uno de los pubs con más ambiente de Dublín, mi ciudad, es un sentimiento fantástico. De verdad, son una fuente de inspiración para mí: admiro su tenacidad, su esfuerzo y su sentido de la lealtad deportiva.