Dos hoteles de lujo en Tenerife donde vivir el turismo responsable

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El clásico Iberostar Grand Mencey, urbano y de estilo colonial, y el vacacional Iberostar Selection Sábila, en Costa Adeje.

Viajar a Tenerife, la mayor de las Islas Canarias, puede plantear un pequeño dilema: ¿norte o sur? Son tantos los contrastes entre ambas latitudes que uno tiene la sensación de recorrer un continente en miniatura. El norte destaca por su clima tropical, sus exuberantes paisajes y sus playas de arena negra. La Laguna, Patrimonio de la Humanidad, La Orotava o Garachico son paradas obligatorias en esta región. Más turístico, el sur concentra la mayor oferta hotelera y de ocio, con la Playa de Las Américas, los acantilados de Los Gigantes o el avistamiento de cetáceos en la Costa Adeje entre sus numerosos reclamos. En cualquier caso, todo gira en torno al parque nacional del Teide, el volcánico corazón de la isla. 

Si de elegir hotel se trata, la cadena Iberostar ofrece dos opciones bien diferenciadas que pueden combinarse entre sí: el Iberostar Heritage Grand Mencey (en el norte) y el Iberostar Selection Sábila (en el sur). El primero, un clásico de estilo colonial, fue y sigue siendo el único cinco estrellas de Santa Cruz de Tenerife, mientras que el segundo, de la misma categoría, es un moderno solo para adultos situado frente al mar.

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En la imagen superior, el hotel Selection Sábila frente a la playa de Torviscas en Costa Adeje. Sobre estas líneas, el patio interior del Heritage Grand Mencey con 75 años de historia.

Nuestro viaje comienza por el establecimiento con más historia y abolengo: el Grand Mencey, así bautizado en homenaje a los Menceyes, los reyes guanches que ostentaban un poder absoluto en la isla hasta que fueron sometidos por las tropas españolas en 1496. Construido en 1950 por iniciativa del militar Francisco García Escámez, Capitán General de Canarias, su diseño se encargó al arquitecto Enrique Romeu de Armas. No tardó en convertirse en el centro social de la isla. A lo largo de sus 75 años de historia ha alojado a miembros de casa reales, actores de Hollywood e incluso a las azafatas de Iberia que hacían escala en Los Rodeos.

Propiedad del Cabildo de Tenerife, de su explotación se han encargado sucesivamente la cadena hotelera HUSA, la empresa pública ETURSA y la cadena Starwood. Tras una profunda reforma, en 2011 abrió de nuevo sus puertas gestionado por Iberostar, que le devolvió su antiguo esplendor. Fue su primera apuesta urbana junto a otro cinco estrellas de Budapest. “El Mencey es más que un hotel, es un lugar de encuentro, un símbolo de la ciudad”, afirma la directora, Fedua El-Gheriani.

Un establecimiento con historia y carácter

Quien tuvo, retuvo. Perteneciente al segmento Heritage de Iberostar, este hotel de lujo tinerfeño conserva su aura de elegancia y distinción. Su cuidada reforma de las zonas nobles (hall, salones y jardines de 7.000 m²), catalogadas como Bien de Interés Cultural, incluye la renovación de sus 261 habitaciones y espaciosas suites. La cultura de la isla queda reflejada en la fachada, en la balconada de madera del patio interior –con su fuente rodeada de plantas tropicales y autóctonas, como el filodendro xanadú o el maguey morado– y en los amplios salones. Entre estos destaca el dedicado al pintor canario Martín-González, autor de los bellos murales de los años 50 que recrean el Teide o el Barranco de Masca.

El restaurante Papa Negra en el Heritage Grand Mencey, dirigido por el chef Alejandro Quinter. Cada plato es una innovación de la cocina canaria.
El restaurante Papa Negra en el Heritage Grand Mencey, dirigido por el chef Alejandro Quinter. Cada plato es una innovación de la cocina canaria.

La calidad y el buen servicio están garantizados en sus tres espacios gastronómicos. De marcado estilo colonial, en el restaurante gourmet Papa Negra se practica una cocina vanguardista que realza productos típicos de la isla como el cherne, la sama roquera o el atún del Atlántico. Aquí se puede reservar el sprunch, un original concepto que combina un exquisito brunch con 90 minutos de relajación en el SPA Sensations. En Los Meceyes sirven desayuno bufet por la mañana y menú a la carta por la noche. Y en Los Laureles (así llamado por los monumentales laureles de indias del jardín), ubicado junto a la piscina exterior, la oferta incluye arroz con bogavante, sancocho, almogrote gomero y papas con mojo.

Entre las experiencias que ofrece el Grand Mencey está asistir al Aula de Cocina, un espacio de formación gastronómica donde un chef de la casa enseña a preparar desde un ceviche peruano a unas papas arrugás. Productos frescos, materia prima de calidad e innovación culinaria constante forman parte de la filosofía honest food (comida honesta) que viene practicando Iberostar en todos sus hoteles. “Queremos contagiar a nuestros clientes esta conciencia gastronómica”, explican los responsables  mientras visitamos la cocina, provista de un equipo 3R (reducir-reutilizar-reciclar) y de básculas para medir el desperdicio de alimentos. Fiel a la política de sostenibilidad de Iberostar, este cinco estrellas ha sustituido las botellas plásticas por fuentes de agua en cada una de las plantas. 

El rey Felipe VI también se aloja en el Mencey

Personalidades como Elisabeth Taylor, Pelé, Sofía Loren, Vargas Llosa, Matt Damon o el rey Felipe VI figuran entre sus huéspedes más reconocidos. Los retratos pueden contemplarse en un rincón del Bar Iballa. Tomar un aperitivo o un cóctel en su relajante terraza es un placer tranquilo que recuerda a otros tiempos; está situada frente al jardín circular, con capacidad para 350 comensales. Además de acoger un estanque con unas 50 tortugas, esta zona ajardinada sirve también de  cine de verano. Para quienes quieren cuidar cuerpo y mente, el Grand Mencey cuenta con renovadas instalaciones fitness y un generoso spa de 4.500 m2 que incluye circuito de aguas, jacuzzi y 14 cabinas de masaje. La pista de pádel está situada en la cubierta del spa, perfecta para solazarse.

La fachada del Heritage Grand Mencey conserva la esencia de la arquitectura canaria.
La fachada del Heritage Grand Mencey conserva la esencia de la arquitectura canaria.

Antes de partir rumbo al sur merece la pena visitar San Cristóbal de La Laguna, a solo 15 km del hotel. Declarada ciudad Patrimonio de la Humanidad por la Unesco hace 25 años, fue conquistada a los guanches en 1496 con la excusa de la Evangelización. “Se creó como símbolo del control del territorio”, comenta nuestro guía. “Aquí no hubo Edad Media; se pasó directamente del Neolítico al Renacimiento, por eso no hay elementos góticos ni románicos”. Fue la primera ciudad de paz de la Edad Moderna (de ahí que no esté amurallada) y su modelo de urbe geométrica de estilo renacentista, con calles rectas en forma de damero, inspiró el diseño de algunas ciudades del Nuevo Mundo.

Nuestro recorrido por el casco histórico, que se peatonalizó a finales de los 90, parte de la Plaza del Adelantado, así llamada por el conquistador de Tenerife, Alonso Fernández de Lugo. Justo enfrente se sitúan el Palacio de Navas y el convento de clausura Santa Catalina de Siena, con el típico balcón ajimez hecho de madera y con celosías. Subiendo por la calle Obispo Rey Redondo (antigua calle de la Carrera), la única vía “torcida” del barrio antiguo, se suceden las típicas casas señoriales de arquitectura mudéjar estructuradas en torno a un patio. También merece la pena recorrer la antigua calle Real, considerada una de las diez más bonitas de España. Aquí se encuentran el Museo de Historia de Tenerife, con su fachada manierista, el Palacio Episcopal o Casa Salazar y el Teatro Leal, el mayor exponente de la vida cultural de La Laguna. Nuestra visita concluye en la Torre de la Iglesia de la Concepción, el primer templo de Canarias.

Un 5 estrellas solo para adultos

Tras una hora de viaje en coche llegamos al Iberostar Selection Sábila, situado en la Costa de Adeje canaria. Perfecto para unas relajantes vacaciones en el sur, se trata del único hotel cinco estrellas “solo para adultos” que la cadena española tiene en Tenerife. “El nombre de Sábila proviene de la palabra árabe sabaira que significa aloe, una planta fuertemente ligada a esta isla y al cuidado del cuerpo. Aquí damos mucha importancia al bienestar de nuestros clientes”, explica una portavoz del hotel, que destaca por su diseño vanguardista y sus espacios llenos de luz.

Reformado en 2018 como establecimiento de cinco de estrellas, dispone de 472 habitaciones (todas con balcón propio), de las cuales 124 son Star Prestigue; una categoría más elevada que incluye servicios premium como el check-in personalizado, habitaciones y suites de ubicación privilegiada (con vistas a la playa de Torviscas), acceso a la piscina infinita de la azotea, camas balinesas, etc. Sin duda merece la pena pagar de 100 a 120 € extra por estos pequeños privilegios.

Sorprende la calidad gastronómica, tanto en el buffet del restaurante principal (donde la típica cocina canaria convive con platos internacionales) como en el Mercado Gourmet, formado por ocho puestos. En este espacio gastronómico las opciones van desde unas tapas españolas a unas delicias asiáticas o unos platos vegetarianos, todo preparado a la vista del cliente. Los cuatro bares incluyen un Lobby Bar abierto durante todo el día, un lugar ideal para relajarse.

Como todos los hoteles del Grupo Iberostar, el Sábila es libre de plásticos de un solo uso. En los cuartos han desaparecido las habituales botellas de agua desechables y se han sustituido por una jarra que el cliente puede rellenar en fuentes de agua filtrada. Desde su instalación a mediados de 2021, han ahorrado más de 60.000 botellas. La estrategia de sostenibilidad también pasa por suministrar pescado y marisco provenientes de fuentes responsables y por cuidar la salud costera.

A través del programa Star Fit & Fun, los clientes pueden practicar yoga, pilates y taichi o escoger entre diferentes deportes acuáticos. Las experiencias van desde una masterclass de jabón de aloe vera a una excursión al Teide, una ruta a caballo o un crucero por la Costa Adeje para avistar cetáceos. Con un poco de suerte acabará reconociendo especies residentes como el delfín mular o el calderón tropical.

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