Jimmy Lion, de la banca a los calcetines

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En unos pocos meses, estos dos jóvenes han creado una exitosa empresa en Nueva York dedicada a los calcetines, Jimmy Lion. Diseños desenfadados y un nombre con garra son las claves.

La bombilla se les encendió una tarde de 2012, mientras iban de compras por Nueva York. «De repente entramos en una tienda de ropa de hombre y vimos a unas chicas arrasando en las estanterías de calcetines de colores. Estaban renovando el armario de sus novios», recuerdan los empresarios Felipe Cortina y Álvaro Gomis, de 33 y 29 años respectivamente. Amigos y compañeros de piso en Manhattan, dos años después podrían personificar el sueño americano: son los socios fundadores de Jimmy Lion, una empresa de calcetines de diseño que distribuyen a cualquier rincón del mundo desde su página web.

Jóvenes, entusiastas y sobradamente preparados, este par de caballeros se visten por los pies. Y eso implica lucir sus desenfadados, elegantes y coloridos modelos. «El nombre de la marca, Lion, representa la personalidad y la fuerza que quieren expresar nuestros diseños. En Estados Unidos funcionó fenomenal desde el principio», explican estos cachorros de la aristocracia empresarial española en su estudio neoyorquino, situado en el Flatiron District de la Gran Manzana. Felipe (Madrid, 12 de enero de 1982) es hijo de Alfonso Cortina, vicepresidente de Rothschild Europa y senior advisor de TPG, una firma global de inversión privada; mientras que Álvaro (Madrid, 23 de noviembre de 1985) es el vástago de José Gomis, vicepresidente de Isolux Corsan, uno de los principales grupos europeos de infraestructuras, energía y servicios industriales. Cuando se les pregunta qué consejos han recibido de sus padres, coinciden en lo esencial: «Que nos dediquemos a lo que realmente nos haga felices. Nos han enseñado a dar el máximo de nuestras capacidades en todo lo que nos propongamos, a nivel profesional y personal, utilizando siempre el sentido común». Los dos se sienten muy orgullosos de sus apellidos, aunque dejan claro que sus progenitores no les han financiado. El apoyo ha sido principalmente «moral», con sus madres en el papel de consultoras/animadoras: «Siempre acudimos a ellas; son las primeras en ver nuestros diseños y en darnos su opinión».

Licenciados en Administración y Dirección de Empresas (Felipe por CUNEF y Álvaro por ICADE), ambos directivos reconocen que los calcetines de diseño no son ninguna novedad. Entonces, ¿por qué decidieron apostar por ellos? «Tras analizar exhaustivamente el mercado nos dimos cuenta de que en este sector no existía tanta competencia como en el de otros complementos, por ejemplo las corbatas o los cinturones», explican con determinación. «Por otro lado, los calcetines de buena calidad y diseño tienen un precio muy elevado [30 dólares de media en Estados Unidos, unos 22 euros], y nosotros estábamos convencidos de que podíamos crear un producto de mucha calidad y diseño original a un precio razonable [10 euros por par y 30 euros por un pack de cuatro]. Además, descubrimos que las perspectivas de crecimiento eran de doble dígito. Estamos hablando de un producto con una demanda recurrente, ya que los consumidores compran calcetines varias veces al año», añaden con su argot business.

Los lions se conocieron en 2008 trabajando en un banco de inversión de Madrid. «Durante los tres años que curramos en banca cenamos más noches juntos en la oficina que con nuestras novias, ja, ja, ja. Aquel era un mundo apasionante, pero sacrificado», recuerdan. Tras esta experiencia laboral, decidieron hacer un máster en Estados Unidos y en el verano de 2012 se apuntaron al MBA (Máster en Administración y Dirección de Empresas) de NYU Stern, la escuela de negocios de la Universidad de Nueva York. «Desde el principio quisimos centrarnos en emprendimiento y completar nuestra formación en otros campos en los que teníamos poca o ninguna experiencia, como el marketing digital, el branding o las técnicas de negociación. Además de la experiencia educativa, el MBA te brinda la oportunidad de conocer gente que comparte muchos de tus intereses y que acaban siendo amigos para toda la vida, así como una valiosísima red de contactos que sin duda nos ha ayudado mucho en nuestros primeros pasos». Entre las personas que más les animaron a lanzar su proyecto citan con devoción al profesor Aswath Damodaran, un gurú de las finanzas de quien recibieron asesoramiento directo. «De hecho, cuando estábamos en el sector financiero utilizábamos a menudo sus estudios y bases de datos», confirma.

Efecto sorpresa

¿Por qué una empresa de calcetines en vez de calzoncillos? «El calcetín es una prenda misteriosa: te sueles fijar cuando ves a una persona caminar, cruzar una pierna o montar en bici. Tiene un efecto sorpresa que lo convierte en un accesorio muy interesante. Los hombres por lo general arriesgamos poco vistiéndonos y el calcetín es una forma sutil de expresar nuestra personalidad a través de colores y diseños. ¡Es la nueva corbata!», explica Álvaro Gomis. Desde un punto de vista comercial, consideran que es un producto interesante para vender a través de Internet. «La principal causa de las devoluciones en las tiendas de ropaonline es que los clientes no aciertan con las tallas. Este problema genera elevados gastos para las empresas e insatisfacción por parte de los clientes. En el caso de los calcetines, fallar con la talla es complicado», añade Felipe Cortina.

Ellas también. Imagen del catálogo de la firma: calcetines divertidos no solo para hombres.

Sus papeles dentro de la empresa están bien diferenciados. Álvaro, que se define como «muy metódico y buen comercial», se ocupa de la logística y operativa del negocio. Felipe, con más años de experiencia profesional (trabajó en la internacionalización de Vallegarcía, la bodega familiar radicada en los Montes de Toledo), se ocupa de la estrategia y el marketing de la compañía. «La división de tareas nos permite ser mucho más eficientes en el día a día, si bien es verdad que todas las decisiones importantes las discutimos en equipo», aseguran los lions, aficionados al fútbol (cada vez disfrutan más del americano), a comer por el Soho, a correr por el río Hudson y a ver series comoBreaking Bad. También están enganchados aShark Tank, un reality show de la cadena ABC protagonizado por aspirantes a empresarios que presentan su start up o empresa incipiente a tiburones inversionistas. Si se presentaran al concurso, no tardarían en seducirlos. «La inversión inicial se destinó a producir nuestra primera colección y a la web, lanzada a finales de mayo. Empezamos solo online, aunque desde agosto estamos presentes también en tiendas en Nueva York y el producto está funcionando muy bien. En estos momentos estamos contactando con puntos de venta en otros estados para continuar con la expansión en Estados Unidos, que actualmente representa el 70% de nuestras ventas», explican. Otro 20% corresponde al mercado español. «Hemos empezado a vender en más de 80 centros de El Corte Inglés repartidos por toda España y Portugal. El consumidor español está arriesgando cada vez más a la hora de vestir y el calcetín es un complemento sutil para hacerlo». También han recibido pedidos desde países como Taiwán, México, Canadá o Reino Unido.

Como cualquier empresa que arranca, Jimmy Lion se ha encontrado obstáculos por el camino. Cortina y Gomis no solo tuvieron que adaptarse al entorno profesional estadounidense y a la velocidad de Nueva York, epicentro mundial de la moda. Tampoco les resultó fácil encontrar un proveedor que cumpliera con sus expectativas. «En 2013 visitamos más de 30 fábricas en toda Europa. Después de analizar cientos de muestras decidimos asociarnos con una en Portugal que nos hizo el producto que estábamos buscando».

Los estampados

Entre los 50 modelos de la primera colección hay algunos decorados con cabezas de león, cangrejos, hormigas o flamencos. Son motivos alegres y divertidos, sin rayar en lo estrambótico. «La interiorista Marta de la Rica, que se introdujo en el diseño gráfico estando en Nueva York y tiene un gusto exquisito para combinar colores, es la responsable de los diseños. Se ofreció para hacer la primera colección y nos encantó. Al final se ha convertido en pieza fundamental de la empresa y en el alma de la familia», cuentan. Desde los orígenes de la empresa, esta joven artista –una leona sensible, curiosa y detallista– tuvo clara una idea: los calcetines debían aportar un toque de personalidad y encajar con distintos tipos de look. «Para ello utilizamos mezclas de colores atrevidas que unas veces trasladamos a patrones clásicos (como lisos o rayas) y otras a diseños más atrevidos», subrayan.

Un clásico. El modelo Thousand Line con código cromático marinero.

Conscientes de la importancia de «vestirse por los pies», Felipe y Álvaro no desaprovechan un cruce de piernas para lucir sus originales modelos. «Nos gusta mucho la moda como negocio, aunque somos algo sosetes vistiendo. No obstante, desde que llegamos a Nueva York somos algo más atrevidos. Últimamente hemos colgado el traje, una de las ventajas de ser tu propio jefe. Nuestros Jimmy Lion nos aportan el toque de color», presumen los jóvenes empresarios, que citan entre sus referentes a Amancio Ortega («un revolucionario del mundo de la moda»), Lapo Elkann («por su originalidad y personalidad, aunque una vez dijo que los calcetines ya no se llevan») y Lander Urquijo («un joven emprendedor de éxito que ha logrado hacerse un hueco en este sector tan complicado»). Sus profesores de Stern utilizaban la historia de éxito de Inditex en sus clases. Quién sabe a dónde llegará el rugido del león…

Así se hizo

Lo primero es tener la idea, claro, pero después ¿cómo se emprende? «Actualmente se puede acudir a plataformas de crowdfunding como Onevest y Kickstarter. En una start up como la nuestra la mayor inversión es en tiempo y trabajo: constituir la sociedad legal, hacer el plan de negocio, crear los diseños, la producción, la distribución…», desgranan Cortina y Gomis. El proyecto Jimmy Lion nació en enero de 2012. «Lo primero que hicimos fue registrar la página web. Después, aprovechamos las clases del Máster para presentar la idea y recibir feedbackde profesores y alumnos. Fue tomando forma hasta que lanzamos la página en mayo de 2014″.

Accesibles y ponibles

Los calcetines tienen precio único: 10 euros. En la web hay disponibles packs, pero también puede configurar uno personalizado con los cuatro pares de su elección. En ambos casos el precio es de 30 euros (gastos de envío gratis) y llegan a destino en una coqueta caja.

Más información. www.jimmylion.com

Por Juan Carlos Rodríguez. Fotografía de Sebastiano Tomada Piccolomini

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