En este hombre confían su fortuna los deportistas

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Ferran Martínez, ex pívot de la Selección Española de baloncesto, es quien maneja el dinero de muchas estrellas españolas. Ahora acaba de fichar por el banco suizo Mirabaud.

EN EQUIPO. De izquierda a derecha: Juan Carlos Navarro, Ferran Martínez, Jorge Garbajosa y Raúl López en Manresa, durante la presentación del Partido de las Estrellas ABC All Star de 1999.EN EQUIPO. De izquierda a derecha: Juan Carlos Navarro, Ferran Martínez, Jorge Garbajosa y Raúl López en Manresa, durante la presentación del Partido de las Estrellas ABC All Star de 1999.

Dos acontecimientos marcarían en 2002 la biografía de Ferran Martínez (Barcelona, 25 de abril de 1968), el único jugador de baloncesto que ha ganado todos los trofeos europeos en disputa: ocho ligas ACB (siete en España y una en Grecia), la Euroliga, la Copa Korac y la Recopa. Por una parte, una lesión en la rodilla derecha le jubiló de las canchas con 34 años. Por otra, una mala inversión recomendada por una entidad bancaria le hizo perder el 40% de sus ahorros, que se evaporaron cuando explotó la burbuja tecnológica.

Lo lógico hubiera sido deprimirse. Caer en la autocompasión. «En vez de cabrearme, opté por tomar las riendas», recuerda ahora, a sus 43 años, el mito del básquet español, que vistió en 156 ocasiones la camiseta nacional y hoy es directivo de la Comisión Deportiva del F. C. Barcelona. «Tras la operación empecé a valorar algo que nunca había tenido: el tiempo. Así que cursé estudios de Análisis Financieros, de Renta Variable…, y acabé recuperando mi patrimonio.

¿Cómo? Me reuní con los analistas que recomendaban esta inversión (el deporte es una magnífica escuela de negocios) y propuse administrar mi propia cartera. Firmé un contrato de órdenes de mandato en el que indiqué dónde y cómo invertir. Me decidí por materias primas como el petróleo y el gas, que se encarecieron en plena guerra de Afganistán, y me fue muy bien». Chico listo, el Ferran.

Ejemplo de deportista de élite con cabeza bien amueblada, ha sabido labrarse un brillante currículo académico que incluye un máster en el Centro de Estudios Financieros y un Executive MBA en Gestión Deportiva por la La Salle de Barcelona. En la actualidad colabora con varios diarios (uno de ellos, Expansión) y es autor de tres libros: La cancha y la vida (2007), Liderazgo y reputación (2009), escrito junto a José Daniel Barquero; y Zen 305, recién salido del horno. «El número alude a los centímetros que separan la canasta de la cancha», explica el autor de este manual de coaching.

Ahí donde le ven es coach de kaizén, que significa mejoramiento continuo en japonés. «Abordamos las herramientas necesarias para pasar del estrés a la calma en esta época de crisis económica y de valores». Para escribirla, Martínez se ha basado en su experiencia como deportista, en las biografías de algunos de sus ídolos, en las enseñanzas de sus entrenadores y en preceptos del zen aplicados a la vida cotidiana.

PREGUNTA. Sin ser consciente, utilizó técnicas del kaizén como el ‘pensamiento lateral’ durante su carrera deportiva. ¿En qué consiste y para qué sirve?

RESPUESTA. Cuando nos enfrentamos a un problema, en cualquier ámbito de la vida, tendemos a hacerlo a partir de nuestra mente lógica. Es decir, recurrimos a lo que nos parece más obvio y natural. Terminamos por optar por una sola forma de resolver cualquier conflicto, olvidando el resto de caminos. El pensamiento lateral se caracteriza por incentivar nuestro ingenio y creatividad. Nos permite ver y llegar a otras soluciones que antes no atisbábamos.

Cuando habla, el ex pívot de la Selección Española (mide 2,13 m) transmite la calma, la humildad y la serenidad de un monje budista. Pero, aparte de su cráneo rapado a lo buda, su imagen es la de un dinámico ejecutivo: llega vestido con un traje Armand Basi a medida, unas deportivas Timberland de talla 51 (le acaban de operar de un pie y, como lo tiene hinchado, aún no puede calzarse zapatos) y luciendo un Panerai Luminor Chrono Daylight 44 mm. «Sí, soy un auténtico paneristi», reconoce.

ECONOMÍA. Desde que abandonó las canchas, su hábitat natural son los despachos. Ahora es un reputado asesor financiero de deportistas y artistas y las entidades bancarias se lo rifan. «Disfruto planteándome nuevos retos y soy muy vitalista. Me ilusionan», cuenta.

Al poco tiempo de iniciar su nueva vida al margen de la competición, fundó junto a varios socios Global Sports Advisor, una empresa dedicada a la representación de deportistas. Más tarde montó la consultoría deportiva Leaders Factory, con otros tres deportistas, y de 2004 a 2006 trabajó en el banco suizo UBS como asesor financiero de deportistas de élite y artistas de relumbrón. «En 2007 tuve la oportunidad de conocer a un directivo del Banco Sabadell. Le expliqué que no entendía cómo en un país que cuenta con los mejores deportistas del mundo, así como grandes artistas, ningún banco tuviera una unidad especializada en este colectivo. Me ofrecieron crear BS Sports & Entertainment y fuimos pioneros en España en ofrecer este servicio».

Ahora acaba de fichar por el banco privado suizo Mirabau. Especializado en la gestión de grandes patrimonios, tiene alrededor de 20.000 millones de euros en activos bajo gestión y 600 profesionales. Aquí, Ferran se encargará de desarrollar y dirigir la unidad de negocio Mirabaud Sport, Art & Culture tanto en España como en el resto del mundo. «Contaré con un equipo de profesionales de primer nivel dentro de un banco privado de prestigio internacional, cuyas señas de identidad son el trato personalizado, la discreción y la calidad de servicio. Es como jugar en la mejor liga del mundo», cuenta ilusionado. Como dice en Zen 305: «El líder que sepa inspirar y motivar tiene más de la mitad del partido ganado».

Aunque no puede dar nombres, pues está sujeto a estrictos contratos de confidencialidad, sus clientes son auténticos cracks en sus respectivas disciplinas. Desde célebres deportistas que arrasan en el fútbol, el motor, el tenis, el baloncesto, el golf o la vela (60% del negocio), a artistas o empresas relacionadas con el entretenimiento (40% restante). Como si de Vishnú se tratara -dios hindú de la preservación-, a Ferran se le podría representar con varios brazos… y una hucha entre las manos.

P. ¿Por qué necesitan un asesor en el que confiar sus ahorros?

R. Los deportistas viven las 24 horas del día para su actividad, con ingresos económicos en periodos muy concentrados de su vida. La mayoría se jubila con 35 años o incluso antes y muchos cambian radicalmente de vida. Eso hace que les resulte complicado mantener los pies en el suelo. De repente se convierten en estrellas mediáticas y disfrutan de una política de grifos abiertos, tienen todo lo que quieren y más. Además, les ofrecen todo tipo de negocios y asociaciones y, en consecuencia, desconfían y viven en un entorno muy hermético. En el caso de los artistas, los ingresos son más irregulares, aunque también tienen problemáticas parecidas. Es fundamental que todos se rodeen de personas de confianza, de profesionales que les comprendan (mánager, abogado, médico personal) y que cada cual haga su función.

Zen 305, libro que ha publicado Ferrán Martínez.Zen 305, libro que ha publicado Ferrán Martínez.

La clave es inspirar confianza. «Cuando eres popular y ganas grandes cantidades de dinero, te salen amigos hasta de debajo de las piedras. No es fácil hacer frente a todo eso». Por ello, su función será dotarles de una serie de servicios adaptados a sus necesidades. «Les asesoraremos para crear un modelo de inversión conservadora al que destinen una parte importante de sus ingresos al ahorro. Para ello, se les hará un planteamiento en el que se tengan en cuenta el horizonte temporal y todos los factores que confluyen en su carrera con vistas al futuro».

P. ¿Qué consejo daría a un joven futbolista que acabara de fichar por un equipo de Primera División y le encanten los Ferrari?

R. Si en un año vas a ganar 30, vívelo como si fueses a ganar 10. Vivirás sin problema, y el resto inviértelo bien. Si cada año lo haces con inteligencia y sentido común, pensando en el ahorro a largo plazo y sin correr grandes riesgos, en una carrera de 15 años acabarás con un buen capital. La clave está en ser disciplinado y tratar de tener una mínima formación financiera para no perder nunca el control.

Mira de reojo su Panerai. Tras la sesión de fotos tiene reunión con el equipo de inversiones de Mirabaud en Madrid. Se le nota ilusionado con su nuevo horizonte laboral, aunque tendrá menos tiempo para dedicarse a sus aficiones: solazarse con su familia en el Ampurdán, enredar con las nuevas tecnologías, escribir, practicar el golf, jugar con los veteranos del Barça y hacer submarinismo: «una experiencia muy zen».

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